El FROB las mata a la chita callando. Quien antaño fuera uno de los accionistas de referencia de la empresa eólica Fersa está deshaciendo su posición de la manera más discreta. Según han explicado fuentes financieras, el banco BMN, que hace unos meses tenía el 7% de la promotora de parques eólicos, ahora apenas mantiene una participación que ronda el 3%. Es decir, BMN ha vendido el 4% en operaciones de venta pequeñas, continuadas y discretas.
Estas fuentes financieras calculan que al paso que va BMN habrá vendido la totalidad de sus acciones en Fersa durante este año. El banco que preside Carlos Egea aprovecha cualquier breve repunte del valor para ir haciendo sus pequeñas colocaciones a travíés de diversas sociedades de valores.
Portavoces de BMN han evitado hacer declaración alguna, arguyendo que nunca se pronuncian sobre temas que atañen a sus accionistas. Sin embargo, otras fuentes financieras han asegurado que esta estrategia de ventas está inspirada por el FROB, que ha inyectado 730 millones en BMN.
El 4% del que se ha desprendido Fersa a los precios actuales quiere decir que BMN ha ingresado por esta venta más de 1,5 millones de euros. Sin embargo, a pesar de esta política continuada de desprenderse de títulos, el valor no se ha derrumbado, sino que se ha mantenido relativamente estable, en una franja entre los 0,34 y los 0,30 euros. Es decir, la operaciones se casan y se encuentran compradores.
Fuentes financieras han atribuido la bajada de las acciones de Fersa, que han caído un 12% desde principios de año, a los cambios en la legislación elíéctrica, que han castigado al sector de renovables, y han exculpado a la política de venta continuada de BMN.
Reordenación tras superar la OPA
Hace un año, Fersa rechazó una OPA de la danesa Greentech. Tras la batalla, el equipo directivo afrontó su reorganización para dejar de perder dinero. La compañía se gastó un millón de euros en la defensa de la OPA hostil. Desde entonces ha reducido sus costes y ajustado su deuda a travíés de la venta de activos para volver a obtener rentabilidad lo antes posible.
Fersa ahora tiene caja positiva, de 2 millones, y prevíé cerrar este 2013 con píérdidas de sólo 400.000 euros, lo que la colocaría a un paso del break even, es decir, de equilibrar sus resultados. Tras la venta del parque eólico de Polonia, ha reducido su deuda corporativa de 34 a 27 millones de euros, con lo que reduciendo a la vez gastos estructurales y los financieros puede afrontar los recortes legislativos del Gobierno contra el sector de las renovables.
Valoración conservadora
El grupo que preside Francesc Homs cerró el 2012 con píérdidas de casi 69 millones, pero no se trata de píérdidas operativas sino derivadas del importante ajuste contable que ha llevado a cabo la nueva dirección, siguiendo políticas de extrema prudencia.
Así, la valoración de los parques eólicos en desarrollo se ha cifrado en cero para todos los proyectos. Esta valoración contable se ajustará al alza cuando los molinos empiecen a ponerse en marcha, como en breve harán los proyectos de la India y Panamá. Además, el grupo Fersa estudia crecer en nuevos mercados como Chile, Perú y Míéxico. Fersa factura 50 millones anuales. Entre sus accionistas más destacados están Catalana Occidente, que posee el 7,5%, los Miarnau y los Sumarroca, a travíés de Comsa (7,6%), la familia Daurella de Cobega (2,7%), Liliana Godia (3,8%), Banco Sabadell (3%) y los navarros de Enhol (22%).
