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El Banco de Desarrollo de Asia (BDA) vaticinó que la economía china crecerá 8,2 por ciento en 2013, a partir del alza iniciado a finales del pasado año y su estabilización mediante estímulos fiscales e inversiones en marcha.
Este incremento, comparado con el 7,8 por ciento alcanzado por China en 2012 (el más bajo de la última díécada) estará sostenido por inversiones en infraestructura y el aumento del consumo interno, gracias a mejores salarios y pensiones, en opinión del organismo financiero regional.
Según Hamid Sharif, director del BDA, en 2014 el índice de crecimiento en China será de ocho por ciento (0.5 por ciento menos) debido a lo que calificó de mayores esfuerzos para cumplir con políticas medioambientales más severas y reformas en marcha para reducir la brecha entre ricos y pobres.
Otros desafíos que a juicio del BDA podría enfrentar China e incidirían negativamente en su avance figuran la inestabilidad de los precios de los alimentos, el envejecimiento de la población, grandes proyectos de infraestructura costeados por los gobiernos locales y mayores gastos laborales.
Para evitar que esos grandes proyectos locales provoquen un aumento de la deuda, el Banco de Desarrollo de Asia sugiere reformar el sistema fiscal y dar más protagonismo a las autoridades locales en la recaudación de impuestos y un sistema que reduzca desigualdades sociales.
Por otra parte, el BDA expresó preocupación por el impacto de las economías emergentes de Asia en las fuentes de energía y el medio ambiente, de continuar su actual patrón de generación elíéctrica.
El informe divulgado en Beijing y Hong Kong, el organismo con sede en Manila analiza el panorama actual del consumo de energía en Asia y alerta que si ese gasto aumenta a medida que crezcan esas economías existirán graves problemas ambientales y más disparidad entre pobres y ricos.
El reporte sobre el desarrollo económico en Asia 2013 dedica un capítulo a la energía y considera que, sin cambios, el consumo de petróleo en 2035 en esta región del mundo se duplicará, la del gas crecerá tres veces y la de carbón 81 por ciento, lo que ocasionaría "impactos ambientales costosos y devastadores".
Para enfrentar esta situación, el BDA recomienda una unión y mayor interconexión a travíés de redes de energía y gas que mejoren la eficiencia, reduzcan los costos y aprovechen las oportunidades de los excedentes de energía.