"Lo tenemos muy claro. En cinco años, todas las filiales relevantes cotizarán en sus respectivos mercados". Así lo anunció Emilio Botín en la rueda de prensa previa a la oferta pública de venta (OPV) de Banco Santander Míéxico en septiembre de 2012, que acabó con gran íéxito. Una estrategia que la entidad española va a continuar ahora con la colocación de Santander Conumer USA, valorada en algo más de 5.000 millones de dólares.
Fuentes próximas a la operación han confirmado que el grupo financiero dirigido por la familia Botín está trabajando en la operación con los accionistas minoritarios que entraron en el capital de la filial en diciembre de 2011. En concreto con Sponsor Auto Finance Holdings Series, participada por los fondos Warburg Pincus, Kohlberg Kravis Roberts (KKR) y Centerbridge Partners, y con Dundon DFS. Estos inversores tomaron un 35% del capital de Santander Consumer USA a travíés de una ampliación de capital de 1.150 millones de dólares, unos 835 millones de euros.
Tras esta operación, que implicaba valorar la subsidiaria en 4.000 millones de dólares (2.907 millones de euros) en ese momento, el Grupo Santander se quedaba con una participación del 65% en la financiera estadounidense, mientras que Sponsor Auto Finance Holdings Series tomaba un 25% y Dundon DFS, un 10%.
Santander Consumer USA cuenta con unos activos de más de 16.000 millones de dólares, más de dos millones de clientes, 2.800 empleados y comercializa sus críéditos a travíés de una red de más de 13.000 concesionarios de automóviles. En 2012, obtuvo un beneficio de 670 millones de dólares (510 millones de euros), de los que el grupo español se apuntó 436 millones de dólares (330 millones de euros). El resultado creció cerca de un 30%, mejora que ha permitido elevar la tasación de la filial respecto al valor estimado cuando entraron los socios.
Acuerdo societario
Aquella operación incluía un acuerdo societario por el que los fondos tendrían asientos en el consejo de administración y que incluía una prima de 600 millones de dólares (458 millones de euros) a favor de Banco Santander si los resultados de la financiera superaban ciertos objetivos en los ejercicios 2014 y 2015. Por el contrario, si las cuentas no evolucionaban según lo previsto, sería el banco presidido por Emilio Botín el que abonaría una cantidad sin definir a Sponsor Auto Finance Holdings Series y Dundou DFS.
Los administradores del grupo español estiman en su último informe de resultados que Santander Finance USA cumplirá en dichos ejercicios con los objetivos fijados, por lo que no tendrá que efectuar desembolsos significativos a favor de ninguno de dichos accionistas en función del mencionado acuerdo.
El pacto societario tambiíén especifica las ventanas de liquidez para que los dos inversores financieros puedan vender sus participaciones a Santander en el cuarto, quinto y síéptimo aniversario del cierre de la operación. Es decir, en 2015, 2016 y 2018. Dicha cláusula está condicionada a que los accionistas decidan hacer previamente una oferta pública de venta de acciones.
Esta es la operación que Santander prepara en estos momentos para la segunda mitad del ejercicio en curso. La entidad ya ha contactado con varios bancos de inversión para actualizar el valor de la filial estadounidense y sopesar cuál es el mejor momento para hacer la OPV, si antes del verano o en otoño.
El objetivo de la desinversión es obtener liquidez para seguir engordando la hucha de las provisiones a nivel de grupo ante la expectativa de que el deterioro de la economía española siga afectando a la cuenta de resultados. Aunque el sector bancario no tiene que acometer este año grandes esfuerzos en dotaciones, como las que sufrió en 2012 por la aplicación de los dos reales decretos de Luis de Guindos, las entidades financieras dan por hecho que la mora seguirá al alza y que habrá que tener la despensa llena para cubrir la entrada de impagados.