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Autor Tema: Un euro fuerte, ¿otro peligro para la recuperación?  (Leído 166 veces)

Eguzki

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Un euro fuerte, ¿otro peligro para la recuperación?
« en: Abril 18, 2013, 07:48:11 am »
La reactivación española no para de encontrar obstáculos. ¿Puede ser la revalorización de la moneda única otro?

El tipo de cambio efectivo nominal del euro se apreció un 8,7% entre julio de 2012 y febrero de 2013. ¿Hay que preocuparse? Un euro fuerte encarece las exportaciones. Y, justamente, el sector exterior ha sido hasta ahora el único ámbito que se ha mantenido el tipo durante la crisis en España (de hecho, las ventas al exterior marcaron el año pasado un nuevo ríécord y la demanda externa aportó 2,5 puntos al PIB, que menguó un 1,4%).

Si se echa la vista atrás, se pueden observar más estirones de este tipo. De acuerdo con los datos del último informe mensual del Servicio de Estudios de La Caixa, titulado ‘Guerra de divisas’ que ha elaborado Joan Daniel Pina, entre febrero de 2006 y agosto de 2008, el valor del euro (media ponderada de las fluctuaciones respecto a los principales socios comerciales de la región) registró un aumento del 18,5%, y, entre marzo de 1985 y febrero de 1987, (según una aproximación al tipo de cambio del euro basada en una media ponderada de la divisas de los paí­ses de la región), del 28,5%.

Según las estimaciones del Banco Central Europeo (BCE), un incremento del tipo de cambio nominal del 10% implica una reducción del producto interior (PIB) bruto de dos díécimas (en el primer año) y de seis díécimas a largo plazo.

De momento, la escalada iniciada en julio pasado se frenó en marzo despuíés de que el presidente del BCE, Mario Draghi, advirtiera de que pensaba seguir de cerca la evolución del tipo de cambio. En abril ha recuperado la senda alcista y cotiza en torno a los 1,30 dólares.

¿Quíé efecto ha tenido?
Si se aplica la teorí­a del BCE a la apreciación del euro que se ha producido desde julio de 2012 hasta febrero, "obtenemos que el deterioro de la actividad económica es de 1,7 díécimas este año", explica el informe.

Como desde marzo el euro muestras cierta corrección, se frena el impacto de la subida de los meses anteriores. “Para alcanzar una contracción a corto plazo del PIB superior a 5 díécimas serí­an necesarias fluctuaciones mucho más bruscas y persistentes del tipo de cambio; por ejemplo, una apreciación de la moneda similar a la registrada entre 1985 y 1987”, asegura La Caixa, que cree, no obstante, que las consecuencias no son insignificantes.

Josíé Luis Martí­nez, estratega de Citi, coincide con esta visión e indica que “es obvio que no ayuda, pero tanto como para frenar la recuperación…”.

Razones para la calma
El documento explica varias razones por las que no pondrá en entredicho la recuperación. En primer lugar, hay un freno ‘natural’: el leve impacto del tipo de cambio en las exportaciones (“en la zona del euro, solo la mitad de la apreciación de la moneda se acaba trasladando sobre el precio final de los bienes exportados”) debido a la capacidad de las exportaciones para absorber parte de las fluctuaciones gracias a “herramientas financieras de cobertura contra el riesgo cambiario” o estrechando los márgenes.

Además, es importante el grado de apertura de la economí­a: las economí­as más abiertas son las que están más expuestos a las variaciones del tipo de cambio y hay mucha diferencia entre unos y otros (por ejemplo, esta tasa en Paí­ses Bajos es del 81,5%, mientras que en España es del 25% del PIB). Tambiíén es relevante la cesta de los productos importados que son necesarios para generar un bien exportado (un paí­s en que todo lo que exporta se produce a partir de bienes nacionales tendrá un efecto sobre el PIB mucho mayor).

Por último, hay que destacar el nivel tecnológico de las exportaciones. ”Varios estudios constatan que la demanda de exportaciones con menor contenido tecnológico presenta una mayor sensibilidad al precio”, asegura.

¿Y España?
Al analizar los dos últimos baremos, España tiene en ellos una situación intermedia, por tanto, no se resentirí­a de una fuerte escalada del euro, al menos más que la media de la región. Además, hay que tener en cuenta que el principal destino de las exportaciones españolas es justamente la Unión Europea.

Santiago Carbó, catedrático de Economí­a y Finanzas de la Bangor Business School (Reino Unido) e investigador de Funcas, advierte: “Desde luego, la apreciación del euro no es buena noticia para las exportaciones europeas y españolas. Sin embargo, aunque sea un factor a tener en cuenta, no creo que sea el factor principal que pueda retrasar la recuperación”.

Según Martí­nez, “la recuperación se frena más bien por la incertidumbre europea, por la tensión de financiación y especialmente por el deterioro de las perspectivas macro que afecta a la inversión empresarial”. Y añade: “Sin olvidarnos, naturalmente, de la necesidad de enfrentarse realmente a los problemas de deuda, entren o no a formar parte de la solución de la crisis del euro. El resto, como el tipo de cambio, son excusas”.

Carbó pone el foco tambiíén sobre la desaceleración en la economí­a en China y coincide en las dudas (aún existentes) en la Eurozona y la estrategia europea de salida de la crisis (con un elevado peso de la austeridad). “Son factores tanto más importante", concluye.