El mercado de divisas, el más global y líquido del mundo, anda revuelto. El último coletazo, de dimensiones considerables, lo ha proporcionado Japón y la masiva impresión de yenes propuesta por su banco central. Pero el universo cambiario tampoco se olvida de la crisis del euro, las extraordinarias medidas de la Reserva Federal (Fed) estadounidense o de la revaluación dirigida del yuan Chino. Pedro Servet, responsable de divisas de Citi en España, desgrana este escenario y advierte de que los temores con respecto al futuro del euro se han moderado... pero no han desaparecido del todo.
Pregunta: ¿Quíé significaron las palabras del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, en julio para el mercado de divisas?
Respuesta: Un cambio fundamental. Una única frase, en la que se refirió a que estaba dispuesto a hacer lo que fuera necesario para salvar el euro, supuso un cambio completo, sobre todo para los agentes del mercado. Interpretaron que el BCE estaba dispuesto a evitar el colapso del euro. El BCE ha tejido una red de seguridad y un suelo en torno a los 1,25 dólares.
P: ¿Temieron de verdad los clientes una ruptura del euro? ¿Ha desaparecido el miedo por completo?
R.: El miedo estaba ahí y el riesgo era muy claro. Ahora el temor es menor, pero no ha desaparecido del todo, sobre todo al comprobar que no hay una estrategia clara en Europa. Para lo que han servido esos temores es para que los clientes se den cuenta de que resulta necesaria una diversificación y gestión más dinámica de sus carteras para cubrirse de amenazas de ese tipo.
P.: ¿Quíé se puede esperar en los próximos meses del cruce entre el euro y el dólar?
R.: Por el momento, el mercado está muy soportado entre los 1,30 y los 1,32 dólares. Cuando se acerca a los 1,32, los operadores recuerdan la crisis europea y comienzan a vender, pero tampoco con demasiada fuerza. El cruce entre el euro y el dólar se encuentra atrapado en un rango que tiene soporte en el efecto Draghi y en ser el mercado mayor despuíés del americano para recibir fondos provenientes de diversificación de reservas de bancos centrales y fondos soberanos de todo el mundo. Por otro lado, la situación estructural europea limita las ganancias. A medio plazo, sin embargo, la situación puede cambiar, y lo hará sobre todo por Estados Unidos. Hacia septiembre, la Reserva Federal (Fed) podría pensar ya en cómo terminar la tercera ronda de estímulos cuantitativos (QE3), mientras que en paralelo el BCE aún podría estar inmerso en un proceso de rebaja de los tipos de interíés. Si además se tiene en cuenta que Estados Unidos contará con un mayor crecimiento, el euro podría depreciarse. Si lo hace hasta situarse por debajo de los 1,25 dólares, dependerá de cuestiones políticas y de que el BCE tolere esa caída. Pero, sin duda, el factor que más influirá será lo que decida la Fed con respecto al QE3.
P.: En los últimos tiempos, las bolsas y el dólar tenían una relación inversa. Las primeras subían cuando el segundo caía, y al revíés. Sin embargo, en las últimas semanas se han visto nuevos máximos históricos en Wall Street mientras el dólar tambiíén se apreciaba. ¿Se está produciendo un cambio de paradigma en los mercados?
R.: Sí, se está observando esa ruptura. En otras íépocas, si Estados Unidos crecía, el dólar subía y las bolsas tambiíén; cuando a la economía estadounidense le ha ido muy mal durante la crisis, el dólar ha subido como refugio mientras las bolsas bajaban. Ahora se está volviendo a esa situación de subidas del dólar y las bolsas al mismo tiempo. El dólar siempre se ha comportado bien en crisis globales al actuar como moneda refugio y en situaciones donde el crecimiento relativo de su economía es muy grande comparado con otras. En este sentido, la divergencia en el crecimiento en Estados Unidos y la zona euro es la mayor que recordamos en muchos años.
"El mercado infravalora la capacidad del Banco de Japón"
P.: El Banco de Japón ha redoblado su apuesta con sus últimas medidas monetarias. ¿A quíé niveles puede caer el yen?
R.: El Banco de Japón es consciente de que es necesaria una devaluación muy potente para incrementar de verdad las exportaciones y por eso ha actuado con tanta fuerza. Desde nuestro punto de vista, el mercado está infravalorando su capacidad. A corto plazo, el yen se moverá entre los 97 y los 100 yenes contra el dólar; a medio plazo lo vemos en torno a los 115 yenes.
P.: ¿Mantendrá China su actual estrategia de ir revaluando poco a poco el yuan o cambiará de estrategia?
R.: Creemos que China continuará apreciando su divisa de forma paulatina. Pekín está en plena transición para que su economía pase de ser exportadora a estar más apoyada en la demanda interna. Para eso, necesitan un tipo de cambio más fuerte que concuerde con los fundamentales del país. Cuando eso cambie, se producirá una transformación clave para la economía mundial.