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En medio de las persistentes señales de debilidad de la economía de la Eurozona, funcionarios del Banco Central Europeo (BCE) dieron señales para un nuevo recorte de las tasas de interíés.
El vicepresidente del BCE, Vitor Constancio, explicó que la desaceleración de la inflación y el pobre panorama económico podrían derivar en esa posibilidad.
Algunos miembros del banco opinan que un nuevo recorte de los tipos sólo tendrá un impacto limitado debido a que sus tasas de interíés ultra bajas no llegan de igual forma a todas las economías del bloque.
Sin embargo, otros la consideran una decisión táctica que tendría un impacto simbólico, como señal de que la entidad está dispuesta a apoyar la economía. Prevemos que se disminuyan las tasas de interíés desde 0,75 por ciento a 0,50 a mediados de este año, señalaron recientemente.
En julio de 2012, el BCE efectuó el último descenso de su principal tasa, al situarla en el actual 0,75 por ciento.
En el tercer trimestre de ese año la Eurozona cayó en recesión por segunda vez desde 2008, tras una contracción del Producto Interno Bruto de 0,1 por ciento.
Tal situación respondió a dos trimestres consecutivos de bajas, a lo que se sumó que las mayores potencias de la región, Alemania y Francia, no pudieron impedir el arrastre provocado por Grecia, España e Italia.
Expertos opinaron que lo ocurrido fue el resultado de la excesiva austeridad en los países del sur de Europa y de la falta de voluntad del norte para hacer algo diferente.
La Eurozona estuvo en recesión por última vez tras el inicio de la crisis financiera mundial en 2008, momento en que registró una contracción durante cinco trimestres consecutivos hasta el verano de 2009.
Entretanto, algunos entendidos en la materia esperan un recrudecimiento de la coyuntura recesiva en los primeros meses de 2013.