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La caída de ventas de casas usadas en marzo en Estados Unidos evidenció la persistencia de dificultades en el mercado inmobiliario, consideró una fuente especializada.
La Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios reportó que el indicador retrocedió 0,6 por ciento, por lo cual el inventario de domicilios trepó 1,6 puntos, a 1,93 millones de unidades.
La entidad añadió que el precio medio para la venta de una casa usada subió a 184 mil 300 dólares en marzo, 11,8 por ciento más que hace un año y el mayor incremento desde noviembre de 2005.
Expertos prevíén que más domicilios salgan al mercado el mes próximo antes de la temporada de compras de verano.
Advirtieron que los constructores podrían tener dificultades para satisfacer la demanda, lo que derivaría en un comportamiento mixto del mercado inmobiliario en los próximos meses. Algunos analistas opinan que ese mercado ha logrado cierta recuperación, aunque dispar, tras el colapso histórico en 2007-2008 que empujó a la economía estadounidense a una profunda recesión.
El avance se debe principalmente a tasas hipotecarias ubicadas en mínimos históricos por la política monetaria ultra expansiva de la Reserva Federal de Estados Unidos.
Por primera vez desde 2005, la fabricación de casas contribuyó al crecimiento económico del año pasado.
Empero, los expertos subrayan que las edificaciones pueden ser volátiles y a veces están sujetas a grandes revisiones.
Dicho mercado sigue siendo una sombra de lo que fue, con el inicio de construcciones a un nivel menor a la mitad de lo que alcanzaron en sus máximos previos a la recesión y cerca de niveles vistos a comienzos de la díécada de 1990, remarcaron.
Asimismo consideran que el gobierno no ha implementado medidas efectivas para lograr una recuperación sostenida del sector.