¿Vivimos rodeados de vampiros emocionales?
http://lamenteesmaravillosa.com/vivimos-rodeados-de-vampiros-emocionales/ “Todos somos depredadores emocionales alguna que otra vezâ€. Tomarse las cosas a título personal, te convierte en una presa fácil para esos depredadores, los magos negros… Te comes toda su basura emocional y la conviertes en tu propia basura. Pero si no te tomas las cosas personalmente serás inmune a todo veneno aunque te encuentres en medio del infierno.
Dr. Miguel Ruiz
Los vampiros emocionales son personas normales cargadas de negatividad, se alimentan de nuestra energía y buen humor. Suelen hipnotizarnos con su cordialidad y encanto transmitiendo una gran confianza, pero tras entrar en nuestra vida, comprobamos que aumentan su autoestima devaluándonos y manipulándonos.
La mayoría de estas personas arrastra un egoísmo semejante al de los niños, ( caprichos y rabietas, lo quiero ahora), donde sus necesidades se convierten en las únicas importantes. Nunca cometen errores, ni admiten equivocaciones ni se sienten culpables. No valoran el esfuerzo, el apoyo, ni el afecto ajeno, ellos quieren su propio beneficio, y en el caso de ofrecer su ayuda, suelen encubrir “extraños†motivos.
Suelen utilizar nuestra información para dañarnos. No suelen acatar reglas ni normas, se pueden comportar como compañeros maravillosos y grandes trabajadores hasta que nuestras necesidades no coincidan con las de ellos, cuando esto ocurre entonces se convierten en depredadores de nuestro estado de ánimo, hasta conseguir vaciarnos.
Diariamente estamos obligados ( compañeros, vecinos, familiares) a convivir con muchos de ellos. El psicólogo J.Berntein especialista en el tema resume varios tipos de personajes:
Vampiros antisociales, son divertidos y contrarios a las reglas sociales, anhelan una vida excitante y una compensación inmediata a sus deseos. Son incapaces de ofrecer nada a cambio. Los histriónicos, buscan continuamente ser el centro de atención, transforman cualquier situación cotidiana en un espectáculo, y jamás reconocen sus propias equivocaciones. Los que nunca piensan en los demás y se consideran perfectos y talentosos, se denominan narcisistas, vampiros peligrosos que se aprovechan de ti y cumplidos sus objetivos, “si te he visto no me acuerdoâ€.
Los adictos a la seguridad y al control, los obsesivos-compulsivos, pueden ser dañinos si tus actos perjudican o interfieren en su sentido del control y del orden. Quieren imponer su perfeccionismo a toda costa, y creen en el castigo y la censura como una estrategia válida para moldear el comportamiento de los demás. En algunos casos, incluso se podría asegurar que disfrutan pensando en el sufrimiento ajeno. Por último, existe un tipo de vampiros paranoicos, que buscan en cualquier lugar un significado oculto. Para ellos nada es transparente, y todo les genera desconfianza. Difícilmente logran perdonar.
La mejor opción para escapar a su sometimiento, consiste en alejarse de ellos, sin olvidar jamás que somos nosotros los que debemos de asumir siempre el control. Tratarán de cambiar nuestras normas y actitudes, hasta modificar nuestros valores y enemistarnos incluso con los seres más queridos. Emplearán su potencial negativo, la confusión y el miedo para controlarnos y modificar nuestro nivel de energía positiva. Debemos de evitarlos sin escapar asustados, sin renunciar a nuestra fuerza intrínseca que nos hace en caso de que seamos valientes, menos vulnerables.