El primer ministro francíés, Jean-Marc Ayrault, ha reconocido que el Gobierno galo estudia la venta de participaciones "importantes" del Estado en empresas públicas para financiar otras inversiones.
"No es un asunto tabú. Estamos estudiando, en ciertas empresas públicas donde la tasa de participación del Estado es muy importante, ceder una parte para financiar inversiones, no para cuadrar el presupuesto", indicó el jefe del Gobierno en la televisión "TF1".
Sin aclarar dónde se invertiría el dinero, el primer ministro recordó el proyecto de invertir 20.000 millones de euros para llevar internet de alta velocidad a todos los municipios del país.
En vísperas de que se cumpla un año de la victoria del socialista Franí§ois Hollande en las presidenciales, Ayrault reconoció que las reformas iniciadas por el Ejecutivo todavía no han dado los frutos esperados, pero se mostró convencido de que los dará.
El examen, a largo plazo
"Los franceses juzgarán nuestra política cuando comience a dar sus frutos. El objetivo es que el país recupere el orgullo y, para ello, tenemos que seguir profundizando en las reformas", aseguró.
Muy mal valorado en los sondeos, Ayrault aseguró que no gobierna "preocupado por las cotas de popularidad" sino "por resolver los problemas de los ciudadanos".
Ayrault señaló que a su llegada al frente del Gobierno le sorprendió "la debilidad en la que estaba el país" y que "enseguida" comenzó a trabajar en lo que calificó como "un programa de reformas sin precedentes".
"Pronto darán sus resultados, que se traducirán en la recuperación del crecimiento económico y de empleo", dijo el primer ministro, que pidió "tiempo" para ver los resultados.
El jefe del Gobierno señaló que su objetivo es "reformar el modelo social francíés para que pueda durar" y lo contrapuso a los proyectos de la oposición conservadora, que "pretende acabar con el modelo social francíés".
A la extrema izquierda, que hoy convocó una gran manifestación en París para pedir un giro progresista a la política del Ejecutivo, Ayrault le reprochó "no ser seria" con propuestas como la de no devolver la deuda contraída.
Finalmente, Ayrault tambiíén estigmatizó a la extrema derecha, la que más ha subido en los sondeos, de la que dijo que "su único proyecto es sacar a Francia de Europa".