El Tesoro Público retornará esta semana a la actividad en el panorama más propicio desde 2010. Con el respaldo de los bancos centrales, las tensiones han seguido remitiendo en la deuda pública española en las últimas semanas, hasta el punto de que el rendimiento del bono a 10 años ha descendido hasta el 4%, el nivel más bajo desde octubre de 2010. Por tanto, el organismo emisor se encontrará con todo a favor para salir al mercado de nuevo.
Lo hará el jueves, 9 de mayo, fecha en la que colocará tres referencias distintas: bonos con vencimiento en julio de 2016 y enero de 2018 y obligaciones con vencimiento en julio de 2026.
Gracias a la caída de los rendimientos en las últimas semanas, todo indica que los costes de financiación se abaratarán con fuerza. El 18 de abril, el Tesoro adjudicó los títulos a 2016 con un rendimiento medio del 2,79%. El viernes, su rentabilidad se limitaba en el mercado secundario -en el que cotizan tras haber sido emitidos- al 2,16%. Y lo mismo ocurría con las otras dos referencias: los bonos a 2018, subastados a mediados de abril al 3,25%, se mueven ahora en el 2,69%, y las obligaciones con caducidad en 2026 se encuentran en el 4,23%, cuando en enero fueron adjudicados al 5,55%.
Con cuatro meses consumidos, el Tesoro ha captado ya cerca de 95.000 millones de euros en las distintas subastas y operaciones sindicadas que ha realizado en 2013. Esa cifra equivale al 41,3% del objetivo máximo de financiación previsto para 2013, que asciende a 230.000 millones de euros.