Florentino Píérez afronta la junta de accionistas de este viernes con varios puntos negros en su expediente. El principal es el derivado de las píérdidas que el Grupo ACS acumuló el año pasado, que ascendieron a 1.926 millones de euros. Este resultado es consecuencia de la frustrada aventura en Iberdrola. La vuelta del dividendo, por el contrario, es un balón de oxígeno en su cara a cara con los accionistas, aunque esta decisión no ha gustado al primer inversor de la compañía, la familia March.
A las 12.00 horas de este viernes Florentino Píérez comparecerá ante los accionistas de ACS para rendir cuentas. Será una de las juntas más complicadas de los últimos años para el tambiíén presidente del Real Madrid, toda vez que el grupo perdió dinero el año pasado debido principalmente a las minusvalías generadas por las desinversiones en Iberdrola.
La venta de casi el 15% de la elíéctrica en varios tramos, más otras operaciones, como la de Abertis, permitieron a la constructora, por el contrario, reducir su endeudamiento un 46,9%, hasta los 4.952 millones de euros, un nivel que los analistas ven “asumibleâ€, sobre todo porque “este año apenas hay vencimientosâ€, explican.
Ante las píérdidas acumuladas, ACS suspendió el dividendo ordinario con cargo a los resultados de 2012 que suele entregar en febrero. Sin embargo, la compañía ha decidido ahora remunerar al accionista con un dividendo complementario de 1,15 euros brutos por acción a travíés del sistema de scrip dividend (elegir entre acciones o efectivo). Esta cantidad es un 41,5% inferior al dividendo abonado en 2012 con cargo al resultado de 2011, que ascendió a 1,968 euros por título, aunque en el caso del complementario es un 7,7% superior al del año pasado.
Con el reparto del dividendo tranquilizará a los pequeños accionistas, que además han visto cómo sus acciones se han revalorizado el 101,57% desde agosto, cuando tocó los mínimos desde el año 2003. En esta ascensión ha contribuido en los últimos días la venta de la división de aeropuertos de su filial alemana Hochtief, que consolida en el grupo. Una operación muy oportuna de cara a la junta de este viernes. Los títulos de ACS acumulan en la última semana un ascenso de casi el 12% y ayer cerraron en 21,85 euros, un nivel que no alcanzaban desde hace más de un año.
Ahora bien, la vuelta del dividendo no ha gustado a todos los accionistas. El principal inversor del grupo, la familia March controla el 18,305% del capital, se opuso en su momento porque las píérdidas de ACS deterioraban el valor de su sociedad Corporación Financera Alba. Sin embargo, el resto de socios, encabezados por Píérez, se alinearon para aprobar una remuneración que les permita afrontar sus deudas derivadas de la compra de acciones de ACS y de otras compañías.