La visita de los 'hombres de negro' de la troika (Comisión Europea, BCE y FMI) a nuestro país ya ha dado un primer disgusto al Gobierno: han puesto en cuestión el sistema de provisiones español, en especial las 'subestándar' (que se aplica a críéditos que no son morosos pero tienen mucho riesgo de serlo), un concepto que no existe en el resto de Europa. Según fuentes conocedoras de la situación, las autoridades europeas creen que el sistema debe homogeneizarse con los demás países, y el peligro es que se haga considerando que todo el críédito subestándar debe pasar a moroso, lo que dispararía la necesidad de provisiones -y de capital- de nuestras entidades. Los emisarios de la troika se reunirán con 13 entidades de aquí al viernes, y con las autoridades españolas el lunes y el martes de la próxima semana.
Este cuestionamiento no es nuevo, puesto que Bruselas ya puso de manifiesto sus reticencias con el sistema español en los test de estríés realizados el año pasado por Oliver Wyman. Pero ahora la provisión subestándar está bajo los focos por la nueva normativa del Banco de España que obliga a calificar de esa manera por defecto a todos los críéditos refinanciados, lo que implica provisiones de entre el 10% y el 15% en función del tipo de críédito. Según las fuentes consultadas, a los emisarios de la troika no les ha gustado esta medida, y consideran que los críéditos deben ser performing (normales) o non-performing (morosos).
Y dado que la exigencia de mayores provisiones para los críéditos refinanciados partió de Bruselas, como adelantó en marzo El Confidencial, el temor de Economía es que decida que todos estos príéstamos deben pasar a morosos, lo que dispararía la necesidad de provisiones por parte de las entidades españolas y requeriría nuevas ampliaciones o inyecciones de capital en muchas de ellas. Hay que recordar que, según el propio supervisor, en España hay millones en críéditos refinanciados, de los que unos 88.300 están clasificados como normales y otros 42.900 como subestándar.
Precisamente, el Banco de España ha suavizado todo lo posible la nueva norma para evitar este impacto: relajó las exigencias que planteaba en su proyecto inicial de Circular (que se quedó en unos meros criterios interpretativos) y pretende conceder tres años a los bancos para que doten las nuevas provisiones. Pero las propias autoridades europeas ya han sugerido a las españolas que aprovechen esta oportunidad para utilizar un trozo mayor del rescate de hasta 100.000 millones con el fin de sanear completamente las entidades.
"Sería un error suprimir las provisiones subestándar, porque son un sistema preventivo muy útil para ir anticipando riesgos y que luego el impacto no sea tan fuerte en las cuentas. De hecho, se trata de un sistema más estricto que el del resto de Europa, porque los críéditos calificados aquí como subestándar serían considerados performing en los demás países y no tendrían ninguna provisión", asegura un experto en el sector. Además, otras fuentes recuerdan que los criterios para considerar un príéstamo moroso (non performing) no son homogíéneos en el continente.
En todo caso, "no hay más remedio que ir a una homogeneización del sistema de provisiones. Pasó lo mismo con el mecanismo de compensación, que era mejor en España que el que quería implantar el BCE cuando se creó. Pero tuvimos que ir para atrás y olvidarnos del nuestro", según otra de las fuentes. Desde algunos ámbitos incluso se critica al Banco de España por poner en peligro el sistema al colocar la provisión subestándar en el foco de la troika con su nueva norma.
La agenda de la troika
Las consecuencias de la visita de la troika se hicieron notar ya ayer, cuando el ministro de Economía, Luis de Guindos, anunció que se van a analizar las auditorías realizadas a las entidades nacionalizadas que no detectaron ninguna anomalía ni emitieron ninguna salvedad. La investigación correrá a cargo del Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC) y se centrará en firmas como Deloitte y KPMG. La primera comprobó las cuentas de Bankia, Novagalicia, Banco de Valencia y CatalunyaCaixa, mientras que KPMG realizó las auditorías de la CAM.
Los 'hombres de negro' comenzaron ayer sus encuentros con las entidades españolas; concretamente, se reunieron con representantes de Unicaja (que todavía no ha cerrado la fusión con Ceiss), Liberbank (que la semana pasada debutó en bolsa) y Popular. Este miíércoles la cita será con Sabadell, Ibercaja/Caja3 (una vez firmado definitivamente el acuerdo de fusión de las dos, como adelantó el lunes El Confidencial), BMN y Ceiss (pendiente de Unicaja y obligada a unas fortísimas quitas para sus preferentes y subordinada). El viernes, finalmente, será el turno de CatalunyaCaixa (que el Gobierno pretende volver a subastar con una nueva inyección de capital), Bankia, Santander, NovaGalicia (que se opone a los planes de subasta de la banca nacionalizada), Caixabank y BBVA.
Finalmente, el próximo lunes los emisarios europeos se reunirán con Economía y el Banco de España, antes de que el martes -día en que se ejecutará la macroampliación de capital de Bankia y el canje de sus preferentes y subordinada- comience la visita oficial.