Guggenheim, uno de los mayores fondos de capital riesgo del mundo, vuelve a presentarse como el mejor aliado para FCC. La firma estadounidense ha retomado las conversaciones con la compañía controlada por Eshter Koplowitz para participar en el proceso de refinanciación de su deuda, que se pretende agrupar en un solo príéstamo sindicado por más de 3.000 millones de euros.
Fuentes próximas a FCC han confirmado que el fondo con sede en Chicago es uno de los asesores que “está ayudando†en las negociaciones con los acreedores para alargar el vencimiento de los cerca de 8.000 millones de euros de deuda bruta que arrastra el grupo de construcción, servicios e infraestructuras. Sin embargo, matizan que, en principio, este papel no implica que Guggenheim vaya a entrar en el capital de la empresa.
Una puntualización relevante porque la sociedad de inversión estadounidense mantuvo en enero conversaciones con FCC para tomar una participación en el accionariado, ya fuera de forma directa o indirecta. Aquel acercamiento quedó en agua de borrajas por las exigencias de Guggenheim, que hizo una oferta de derribo para recapitlizar B-1998, la sociedad instrumental a travíés de la que Esther Koplowitz tiene el control del 60% de FCC. Esta firma tiene una deuda cercana a los 1.100 millones, mientras sus activos –las acciones de la constructora, que sirven de garantía- apenas alcanzan los 500.
Otras fuentes aseguran que la involucración de Guggenheim va más allá de un simple asesoramiento. Indican que el fondo podría suscribir parte de una emisión de bonos convertibles que FCC quiere lanzar como parte de su plan de refinanciación. De esta manera, la firma de capital riesgo podría convertirse a medio plazo en accionista de la constructora, con la consiguiente dilución de la familia Koplowitz.
En este sentido, añaden que el rol de asesor de la reestructuración global está siendo liderado por Morgan Stanley y no por Guggenheim. El banco de inversión dirigido en España por Luis Isasi acaba de rescatar de una situación parecida a Uralita, compañía de la familia Serratosa que hace dos años refinanció en falso su deuda de la mano de Lazard. La solución encontrada ha sido la concesión de un príéstamo de 320 millones por parte de KKR, la mayor firma de capital riesgo del mundo, con vencimiento a siete años.
Un esfuerzo ímprobo
Esta fórmula podría ser empleada tambiíén por FCC, cuyo patrimonio se ha visto muy afectado por las píérdidas de 1.000 millones registradas en 2012 y las posibles minusvalías del ejercicio en curso. KKR ya intentó hacer lo mismo con NH Hoteles, pero su propuesta finalmente no fue aceptada por el consejo de administración de la hotelera y por Banco Santander, el mayor acreedor tanto de la cadena de establecimientos como de Uralita.
Sea como fuere, lo que está intentando FCC es agrupar en un megapríéstamo sindicado gran parte de la deuda que tiene esparcida a travíés de varias vías de financiación con diversas garantías. Fuentes próximas a la compañía reconocen que se está trabajando en levantar la mayor cantidad posible de dinero para reorganizar todos los críéditos actuales, algunos de los cuales vencen a lo largo de este año. Preocupa especialmente el de Waste Reclicyng Group (WRG), la filial británica de residuos.
Aunque no hay cifras de cuánto puede conseguir, fuentes próximas a los cerca de 40 bancos acreedores apuntan a que podría constituirse un príéstamo de unos 3.000 millones de euros. Desde dos bancos internacionales se indica que “FCC tiene ahora buena gestión y el plan de negocio es creíbleâ€. Otra entidad agrega que “se va a refinanciar la deuda, aunque tienen mucho trabajo por hacerâ€.