La operadora británica de telefonía móvil Vodafone obtuvo un beneficio neto de 673 millones de libras esterlinas (801 millones de euros) al cierre de su ejercicio fiscal, que concluyó el pasado 31 de marzo. La caída supone dividir por diez sus ganancias del año anterior, en gran medida por las depreciaciones asumidas en sus filiales de España e Italia, informa la multinacional.
El resultado operativo se situó en 4.728 millones de libras (5.628 millones de euros), un 57,7% menos, mientras que su deuda neta aumentó un 10,4%, hasta 26.958 millones de libras (32.093 millones de euros).
La cifra de negocio de la compañía alcanzó los 44.445 millones de libras (52.911 millones de euros), un 4,2% por debajo del dato del ejercicio anterior, con un descenso del 12,5% en los ingresos por servicios de voz, mientras que el negocio de datos facturó un 7,5% más.
Entre las principales regiones en las que la operadora está presente, los ingresos en el Norte y Centro de Europa aumentaron un 2,7%, mientras que en el Sur del Viejo Continente disminuyeron un 16%, y bajaron un 2,9% en Africa, Oriente Próximo y Asia Pacífico.
Por otro lado, Vodafone informa de que, como propietario del 45% de la estadounidense Verizon Wireless, recibirá el próximo mes de junio un total de 3.200 millones de dólares (2.461 millones de euros) en concepto de dividendo, aunque precisa que este dinero será "retenido" por la compañía y no se distribuirá entre los accionistas de Vodafone.
No obstante, la operadora británica ha anunciado que abonará a sus accionistas un dividendo final de 6,92 peniques por acción, lo que eleva el total de la retribución al accionista a 10,19 peniques por título, un 7% más.