Sólo faltan unas horas para que empiece a cotizar la nueva Bankia. Mañana entrarán en juego más de 11.000 millones de acciones valoradas en 15.540 millones de euros procedentes de una ampliación de capital, en la que el Frob suscribe un 70 por ciento (en concreto, 10.620 millones de euros a 1,35 euros). Sin embargo, la acción del banco nacionalizado cerró el viernes a 0,65 euros, un 52 por ciento por debajo del precio al que amplía el Frob. El resultado es que la institución ya asume unas minusvalías latentes de 5.500 millones de euros a los precios actuales.
Se trata de unas píérdidas que acompañan a las que han asumido aquellos inversores a los que se les haya cambiado preferentes y deuda subordinada por acciones a 1,35 euros, sin que se les hayan entregado los títulos todavía (con la cotización del viernes, las minusvalías totales en el caso de las preferentes ascienden al 70 por ciento). De hecho, el canje de híbridos por valor de hasta 7.000 millones de euros conforma la segunda parte del capital que a partir de mañana compondrá la nueva Bankia.
La expectativa está servida. Sobre todo, porque 2.000 millones de euros de esos 7.000 millones están en manos de inversores institucionales. Las expectativas de que muchos de estos grandes inversores tengan que deshacerse de las acciones recibidas en cuando salgan al mercado para cumplir con sus estatutos, que en muchos casos sólo permiten invertir en renta fija, mantienen a la entidad a la espera de cuál será la magnitud de la reacción del mercado ante el elevadísimo número de acciones que entrarán en circulación. Ante la previsible operación de salida que se producirá mañana, muchos inversores institucionales ya han salido del valor, operación que vigila la CNMV.