La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) no quiere que le estalle otro caso Pescanova. Por ese motivo, el organismo supervisor ha exigido a Codere información adicional y muy significativa sobre su verdadera situación financiera. La empresa de juegos de la familia Martínez Sampedro ha reconocido a la autoridad bursátil que no tiene dinero suficiente para afrontar el pago del críédito y de los intereses de los bonos que le vencen el 15 de junio.
El requerimiento de información fue solicitado por la CNMV el pasado 21 de mayo, un día despuíés de que El Confidencial publicase que un grupo de bonistas había contratado a un banco de inversión -Houlihan Lokey- y a un despacho de abogados –Linklaters- para analizar posibles medidas judiciales ante el riesgo de impago de varias obligaciones financieras. Ese mismo día, Moody´s rebajó la calificación crediticia a Codere por tercera vez en menos de un año y alertó del posible default de la compañía de juegos.
Desde ese momento, el grupo madrileño ha puesto en marcha una serie de iniciativas para evitar que se llegue a esa delicada situación, que supondría dejar de pagar un críédito de 29,5 millones a BBVA, Credit Suisse, Barclays y Houston Casualty Holding, y 31,3 millones de euros de los intereses de la emisión de bonos de 760 millones, que expira en 2015.
La compañía indica a la CNMV que espera “alcanzar la extensión o la renovación del acuerdo del críédito seniorâ€. Pero, en el caso contrario, “y si eventualmente no se materializan algunas de las iniciativas (de refinanciación)â€, Codere admite que no tiene “recursos suficientes para, de forma simultánea en la fecha del 15 de junio, cancelar la totalidad de los montos†pendientes de pago (60,8 millones).
La compañía asegura disponer de 18 millones de tesorería y otros 30 millones de dólares (23,2 millones de euros) que estaban pignorados por un príéstamo de su filial argentina y que han sido liberados tras alargar por unos meses una deuda con el banco local Macro. Tambiíén podría echar mano de flujos de fondos procedentes de sus subsidiarias en concepto de dividendos, devolución de príéstamos, intereses y facturaciones comerciales, cuya cantidad no concreta.
Ayuda de La Caixa
A esos 60,8 millones de euros vinculados a Codere SA y su financiera en Luxemburgo, hay que añadir otros 38,7 millones que adeudan antes del 15 de junio sus filiales latinoamericanas, especialmente la de Argentina y la de Míéxico. El problema de la primera se ha resuelto parcialmente con el acuerdo con Macro, mientras que para solventar los 12,6 millones de Administradora Mexicana del Hipódromo (AMH) ha recurrido a una línea de críédito con Inbursa, el banco controlado por Carlos Slim y La Caixa.
Codere tambiíén ha pedido 25 millones de dólares para equilibrar las cuentas de su filial en Uruguay (Carrasco Nobile), para lo que ha requerido ayuda al Banco de la República Oriental del Uruguay (BROU). Le solicita esa línea de críédito por diez años, con dos de carencia, y con un adelanto de 4 millones de euros.
El holding de bingos, casinos y máquinas tragaperras reconoce a la CNMV que “se enfrenta a una situación de liquidez estrecha, derivada fundamentalmente de la indisponibilidad de fondos provenientes de Argentina desde julio de 2012 por los beneficios que obtiene en ese paísâ€. Una forma de decir que no puede repatriar las utilidades de esa filial, lo que resulta un problema capital para todo el grupo. Algo distinto le pasa en Míéxico, pero igual de preocupante, ya que ha sufrido el cierre de 8 de sus 89 salas de juego por no disponer de los permisos para operar.
Los Martínez Sampedro explican que están “gestionando de forma activa los vencimientos de deudaâ€, como reflejan sus acuerdos con Inbursa, BROU, Macro y una aseguradora italiana. Sin embargo, no son capaces de responder a una última cuestión de la CNMV, que le ha exigido aclarar por quíé han disminuido sus reservas en 49,9 millones de euros como consecuencia de las combinaciones de negocios en 2012.