Los mercados europeos finalizan una jornada teñida de rojo. A pesar de que, tal y como se esperaba, Bruselas ha confirmado que amplía el plazo para cumplir el díéficit a varios países europeos (entre ellos España), esta flexibilidad no ha sido suficiente para impulsar las bolsas. Así, Europa ha cerrado con caídas medias del 1,75%. El Ibex 35 tambiíén ha terminado en negativo, pero con menores caídas que sus homólogos europeos (se ha dejado un 0,82%, hasta los 8.441,70 puntos).
No hay que perder de vista a los tres grandes futuros europeos (Dax 30, Cac 40 y Euro Stoxx 50), advierte Josíé María Rodríguez, analista tíécnico de Bolsamanía: “Ayer subían con fuerza, aunque no llegaron a confirmar (en precios de cierre), por encima de los máximos previos, los de la semana pasadaâ€. Y advierte: “teniendo en cuenta que íéstos cierran de la mano de Wall Street, los tenemos cotizando claramente por debajo de los mínimos de la sesión del martes. Esto debería alertarnos ante la posibilidad de que las fuertes alzas de ayer hayan sido una simple 'dilatación' en los precios y, por lo tanto, una salida en falsoâ€.
Pero, como diría el refrán, muchos analistas ponen “al mal tiempo, buena caraâ€. “A pesar de los problemas económicos a los que se enfrenta la Zona Euro, las bolsas han demostrado fortaleza durante este periodo, lo que subraya el hecho de que los mercados de valores y la economía no siempre están vinculados y podemos encontrar oportunidades de inversión atractivasâ€, dice Nick Davis, analista de Threadneedle, mientras recuerda que este mes se cumple el tercer aniversario del primer rescate de Grecia.
Y es que, aunque la Zona Euro se sigue enfrentando a importantes desafíos, que tardará varios años en resolver, lo cierto es que los mercados están notando ya algunos signos positivos. Por ejemplo, en un informe publicado a principios de mayo, el Fondo Monetario Internacional (FMI) afirmó que Grecia ha hecho progresos "excepcionales" para reducir su díéficit presupuestario desde 2010. A esto se une que la confianza empresarial en el país heleno tambiíén está en su punto más alto desde finales de 2009 (antes de que estallara la crisis de deuda soberana). “Aunque podemos esperar más volatilidad y reveses en los próximos años, como haría cualquier país que sale de una crisis, creemos que las autoridades europeas lograrán navegar juntas hacia un puerto seguroâ€, dice Davis. En este escenario, el analista de Threadneedle cree que una selección adecuada de valores puede dar muchos beneficios y apunta cinco claves para saber invertir ahora en bolsa:
1. Seguridad en la incertidumbre. “En un mundo incierto y volátil, seguimos prefiriendo las empresas de calidad que continúan prosperando incluso en los entornos macro más difícilesâ€, explica Davis. Según este experto, las empresas con modelos de negocio más sólidos no dependen de una mejora de las condiciones económicas para prosperar. Y pone como ejemplo a Nestlíé: “Fue capaz de aumentar las ventas en Grecia un 4% en 2012â€, afirma.
2. Siempre atento a los precios. “¿Están las empresas de calidad demasiado caras? A menudo nos hacen esta preguntaâ€, señala Davis. “La respuesta depende, en parte, del horizonte de tiempo y de los objetivos de inversiónâ€, añade. Según explica este analista, en un horizonte de corto plazo, las empresas de calidad siempre corren riesgos, pero si tenemos en cuenta que el panorama económico está mejorando, podemos deducir que las perspectivas a corto plazo de estas compañías han mejorado.
3. La importancia de la retribución al accionista. “Las empresas con un dividendo que crece a doble dígito están claramente más valoradas en un mundo de bajos rendimientos y de bajo crecimientoâ€, explica Davis. Este experto tambiíén apunta a los rendimientos por dividendos en relación con los bonos corporativos y otros tipos de activos. Y vuelve a poner a Nestlíé como ejemplo: “La retribución al accionista de esta compañía es más fuerte que la de muchos bonos soberanos, ha aumentado su rentabilidad por dividendo consistentemente durante díécadas y tiene un modelo de negocio bien diversificado (tanto en tíérminos de productos y zonas geográficas)â€
4. Búsqueda de valor. “Hay que buscar constantemente oportunidades de valor. Y con el tíérmino 'valor' no nos referimos a la relación de una empresa con su rentabilidad por dividendo, sino a aquellas que están infravaloradas por el mercadoâ€, señala el analista de Threadneedle. Y es que, según Davis, los buenos equipos de gestión son capaces de impulsar a las empresas de bajo rendimiento. Y pone un ejemplo: “En la farmacíéutica alemana Merck, un nuevo equipo de gestión está impulsado el negocio a travíés de un programa de reducción de costes, de asignación de capital de una manera más controlada y reinvirtiendo en innovaciónâ€.
5. Cuidado con los balances sólidos. Davis afirma que, para algunos inversores, una empresa con un balance sólido suele significar que es un valor seguro en bolsa. Sin embargo, este analista advierte que el apalancamiento de dinero en efectivo por parte de las compañías supone un obstáculo para la recuperación económica. “Un repunte de la inversión de las empresas sería claramente positivo para la economía. En otras palabras, es posible que obligar a las compañías a 'usar o perder' dinero en efectivo se convierta en un tema cada vez más importante del debate políticoâ€, destaca. Y añade que los movimientos empresariales, ya sea de fusiones y adquisiciones o a travíés de la recompra de sus propias acciones, serían un espaldarazo para la renta variable europea.
En conclusión, a pesar de la volatilidad de los mercados, Davis defiende que “comprar empresas con valoraciones atractivas ha tenido íéxito en el pasado y seguirá generando rendimientos en el futuroâ€.