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BUENOS AIRES -- Las reservas internacionales del Banco Central de la República Argentina cerraron mayo con una caída de 954 millones de dólares respecto del cierre de abril, profundizando el descenso que acumula 4.712 millones en lo que va del año, según los resultados provisorios otorgados por la autoridad monetaria.
De esta manera las reservas quedaron en 38.578 millones de dólares, una cifra que se ubica en los niveles más bajos desde el 27 de abril de 2007 cuando fueron de 38.483 millones. La situación representa un traspiíé en el aspecto económico para el gobierno de Cristina Fernández.
Por un lado, la acumulación de reservas fue una de las banderas con las que el gobierno defendió su gestión. "Hay 50.000 millones de dólares de reservas que nos dan solidez para que no especulen, porque cuando esas variables se desbocan impactan en la vida cotidiana de los argentinos", dijo Fernández al celebrar la independencia el 9 de julio de 2010.
Por otra parte, las cifras marcan una declinación evidente desde la aplicación de una de las políticas más políémicas del gobierno, el llamado "cepo cambiario", que a partir de octubre de 2011 buscó atenuar la fuga de capitales a partir de exigentes controles de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) para la compra de dólares y cierta presión a empresas para aminorar la importación.
Las reservas fueron en ascenso desde la crisis política y económica de 2002 -cuando el país entró en cese de pagos de su deuda- y alcanzaron su pico el 26 de enero de 2011 al totalizar 52.654 millones de dólares, más que el cuádruple de los 11.000 millones con los que se inició en 2003 la gestión presidencial de Níéstor Kirchner, esposo y antecesor de Fernández.
"En tanto las reservas caigan o les cueste crecer y la emisión monetaria persista en niveles elevados, las presiones cambiarias sólo tenderán a crecer y al Banco Central se le hará cada vez más difícil guiar las expectativas de devaluación hacia los niveles deseados", explicó la consultora Ecolatina en un informe publicado en abril.
Desde noviembre las reservas cayeron a un ritmo de 1.000 millones por mes.