Tras un 2012 horribilis, Zeltia está resurgiendo con fuerza en el parquíé español. La compañía de biotecnología se ha disparado más de un 30% en el último mes y medio y un 42% desde principios de año, aupada por unos buenos resultados trimestrales, unas positivas perspectivas sobre sus medicamentos y, sobre todo, la expectativa de entrada de nuevos inversores de referencia en la empresa.
El propio director de Relación con los Inversores, Josíé Luis Moreno, ha sido el encargado de alimentar la corriente especulativa que vuelve a llevar a Zeltia al estrellato, al afirmar la pasada semana que la compañía está "levantando mucho interíés a escala internacional, sobre todo en fondos internacionales". Estas declaraciones hicieron que el valor se convirtiera de golpe en el centro de los comentarios y que, en solo dos días, las acciones se dispararan un 16%. Sin embargo, de momento, en los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) no se ve ninguna señal de llegada de nuevos accionistas y, tras el subidón de los últimos días, algunos comienzan a desconfiar.
"Es una historia ya vieja. Desde que sigo a la compañía, las especulaciones de entrada de nuevos accionistas han ido y venido. Pero hasta ahora nada de nada. Es como el cuento de que viene el lobo, aunque no síé si en este caso tendrá el mismo finalâ€, explica un gestor de fondos. “Es cierto que, históricamente, se han producido rumores de entrada de inversores en Zeltia. No obstante, creo que no es descartable que ocurra, ya que la empresa tiene una cartera de productos potenciales muy interesante que con la capacidad de inversión adecuada debería ser muy atractiva para cualquier empresa del sector, especialmente a los precios actuales de la acciónâ€, explica Paula Sampedro, analista de Link Securities.
De nuevo en el radar
Zeltia, tras el atracón alcista de los últimos días, se ha tomado un respiro. Las acciones cerraron ayer a 1,725 euros, con un retroceso del 1,4%, aunque al principio de la sesión llegaron a bajar un 4%. Pese a la brillante subida de los últimos meses, que le permiten moverse en zona de máximos desde marzo de 2012, el valor de la compañía en bolsa está a años luz de finales de 2001, cuando cada título de la biotecnológica llegó a superar los 16 euros. Desde entonces, la empresa lleva en una trayectoria bajista, que podría haber ya llegado a su fin. "Cada vez más analistas perciben más señales de que el valor está entrando en un ciclo alcista. Pero todavía es pronto para poder darlo como seguroâ€, añade un gestor de fondos, que tras años de dejar de lado a la biotecnológica vuelve ahora a seguir sus pasos.
Sin duda, para Zeltia la llegada de nuevos inversores sería como maná caído del cielo. La actividad de biofarmacia requiere una gran inversión de capital y los resultados, en caso de ser positivos -lo que nunca está asegurado-, sólo se ven a muy largo plazo. Hace más de un cuarto de siglo, Josíé María Fernández-Sousa fundó PharmaMar, la filial biotecnológica de Zeltia, convencido de que en los ocíéanos se escondía la cura de muchas enfermedades. Tras más de 450 millones de inversión, en 2003, la compañía tenía listo para comercializar Yondelis, su primer íéxito antitumoral marino. Pero en el sector farmacíéutico las cosas no son ni rápidas ni fáciles. El producto estrella de la empresa gallega ha sufrido retrasos en su aprobación, tanto en Europa como en Estados Unidos, que han marcado una evolución volátil de la empresa en bolsa y la han obligado a hacer varias ampliaciones de capital, que no siempre han encontrado el apoyo deseado. “El inversor no está acostumbrado al largo plazoâ€, ha expresado en ocasiones el máximo responsable de la empresa.
Finalmente, el trabajo y la inversión comenzaron a dar sus frutos en 2011, año en el que PharmaMar consiguió entrar en beneficios gracias a Yondelis, que aporta ya más de la mitad de las ventas del grupo. La alegría, sin embargo, duró poco. En 2012, las ventas del fármaco anticancerígeno se vieron golpeadas por los problemas de suministro del Caelyx, medicamento de otra farmacíéutica que se administra en coordinación con el Yondelis para tratar el cáncer de ovarios. Además, en diciembre del año pasado, Zeltia se vio obligada a liquidar su filial Noscira -enfocada a la investigación y el tratamiento del alzhíéimer-, ante el fracaso de su medicamento más avanzado y los problemas para continuar invirtiendo en investigación. Por si fuera poco, la división química -productos para la limpieza, higiene del hogar e insecticidas-, que es el negocio tradicional de Zeltia, no pudo escapar de la crisis económica y el desplome del consumo en España. Aún así, el grupo logró cerrar 2012 con un beneficio de 6,6 millones de euros, un 39% más que en el ejercicio anterior.
Aunque con las acciones por los suelos, la compañía biotecnológica comenzó 2013 con buen pie. Entre enero y marzo ganó 16 millones de euros, frente a las píérdidas de 4,27 millones en el mismo periodo del año anterior. En abril, la empresa comunicó que el suministro de Caelyx se había restablecido por completo, con lo que las ventas de Yondelis habían vuelto a relanzarse. Y las buenas noticias han llegado tambiíén de otros medicamentos. Durante el mes de mayo, Zeltia ha informado del resultado positivo del estudio de Fase Ib con su producto PM01183, la nueva apuesta de la empresa gallega, en combinación con doxorrubicina, en todos los tipos de cáncer incluidos en el estudio: pulmón microcítico, vejiga, mama, endometrio, ovario, tumores neuroendocrinos y sarcoma sinovia. Además, la compañía anunciaba el inicio del ensayo de Fase Ib con PM01183 en combinación con capecitabina, dirigido al cáncer de mama, páncreas o de colon. Desde Estados Unidos, tambiíén hay informaciones esperanzadoras sobre Yondelis. La compañía espera que el medicamento estíé por fin aprobado y listo para comercializarse en 2015, lo que disparará las ventas de su producto estrella, ya que el país americano supone el 40% del mercado oncológico mundial.
Desde Zeltia defienden que su futuro es prometedor. Sin embargo, es preciso seguir invirtiendo y necesitan nuevos recursos no sólo para sacar nuevos medicamentos, sino tambiíén para llevar a cabo el marketing necesario para introducir en el mercado los fármacos ya aprobados. Para poder comercializar Yondelis, Zeltia ha tenido que asociarse con los gigantes de la industria farmacíéutica, como es el caso de Johnson & Johnson en Estados Unidos o Taiyo, en Japón.
“Zeltia es una compañía pionera en España que además está muy barata en bolsa. No es extraño que sea una empresa ahora observada por los buscadores de gangas que husmean entre la renta variableâ€, afirma una analista, que, sin embargo, se pregunta si el hecho de que el presidente de la compañía y principal accionista se apellide Fernández-Sousa y sea hermano del presidente de Pescanova –empresa inmersa en un escándalo contable-, no jugará en contra a la hora de atraer inversores. "No lo creo, los dos hermanos no mantienen relaciones profesionales, por lo que los problemas de uno no deberían afectar a la reputación del otro", afirma la analista de Link Securities