La refinanciación de Codere se ha encontrado con un obstáculo difícil de superar. La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha obligado a la empresa de juegos a reformular sus cuentas de 2012. Unos ajustes que se traducen en un aumento de sus píérdidas desde los 104,7 a los 134 millones y que exigen la convocatoria de una nueva Junta General de Accionistas.
Codere ya había convocado la reunión ordinaria con los tenedores de sus acciones y de sus bonos para el próximo 27 de junio, apenas quince días despuíés de que expire el vencimiento para devolver líneas de financiación por hasta 120 millones de euros. Una cita que puede hacer saltar por los aires los esfuerzos del grupo de los Martínez Sanpedro por hacer frente a sus obligaciones.
El grupo ha decidido retirar del orden del día de esa junta la aprobación de las cuentas, que deberán ser analizadas en otra junta extraordinaria que se convocará cuando el auditor, Pricewaterhouse, díé su visto bueno a las modificaciones.
Tal y como adelantó El Confidencial el pasado 30 de mayo, la CNMV había exigido a Codere información adicional y muy significativa sobre su verdadera situación financiera, lo que obliga al grupo a reconocer que no tenía dinero suficiente para afrontar el pago del críédito y de los intereses de los bonos que le vencen la próxima semana.
El requerimiento de información fue solicitado por la CNMV el pasado 21 de mayo, un día despuíés de que este medio publicase que un grupo de bonistas había contratado a un banco de inversión -Houlihan Lokey- y a un despacho de abogados –Linklaters- para analizar posibles medidas judiciales ante el riesgo de impago de varias obligaciones financieras. Ese mismo día, Moody´s rebajó la calificación crediticia a Codere por tercera vez en menos de un año y alertó del posible default de la compañía de juegos.
Los errores
La empresa ha reconocido al organismo supervisor varios errores contables que afectan a sus cuentas anuales consolidadas y sobre los que Pricewaterhouse no había realizado ninguna salvedad. La primera de las dos confusiones es la eliminación del fondo de comercio de ICELA generado en 2007 como consecuencia de la adquisición del 49% por 28,2 millones, así como la diferencia de conversión asociada al mismo por importe de 1,1 millones contra 'Resultados acumulados' en lugar de contra 'Resultados por bajas de activos en combinaciones de negocios', como establece el párrafo 42 de la NIIF 3. La segunda es la reclasificación incorrecta entre las 'Diferencias de Conversión' y los 'Resultados acumulados', por importe de 21,7 millones.
La corrección de ambos errores determinará un ajuste positivo de 49,9 millones en la partida de reserva legal y resultados acumulados, uno negativo por importe de 20,6 millones en diferencias de conversión, y otro tambiíén negativo por importe de 29,3 millones en el de resultado atribuible a la sociedad dominante, ambos respecto de las cuentas consolidadas del ejercicio 2012 publicadas.
En consecuencia, Codere ha pasado de tener unos números rojos de 104,7 millones a 134 millones. La compañía asegura que “tal corrección no modifica el patrimonio neto consolidado, no tiene impacto fiscal alguno, ni afecta a la caja del Grupo, a partidas de activos y pasivos, ni a otras medidas no contables como el ebitdaâ€. Además, añade que tampoco afectarán “a los ratios exigidos a la compañía en sus contratos de endeudamientoâ€.