Por... CHRISTOPHER S. RUGABER
WASHINGTON.- Un nervioso debate circula entre los inversionistas y analistas económicos: ¿Ha creado una burbuja bursátil la Reserva Federal al reducir a niveles ríécord las tasas de interíés?
La respuesta, según un sondeo de economistas realizado por The Associated Press es: No.
Tres cuartos de los economistas entrevistados dijeron que las acciones, que se encuentran en su momento más bajo en un mes pero que han subido un 19% desde noviembre, no están sobrevaloradas. Muchos destacan que los sólidos beneficios corporativos justifican la subida de las acciones, que han duplicado con creces su precio desde que tocaron un mínimo en 2009.
Los economistas creen que muchos consumidores responderán al aumento en el valor de sus portafolios bursátiles gastando más en los próximos meses. Un mayor gasto público podría sostener y acelerar ese crecimiento.
Los economistas creen que ese crecimiento ha caído a un ritmo anual en torno al 2% en el segundo trimestre, frente al 2,4% en el primero. ¿La razón principal? La reducción en el crecimiento del gasto federal, el alza en los impuestos y la debilidad económica en Europa y otros lugares.
Empero, mantienen que el crecimiento económico estadounidense debería aumentar en el segundo semestre y el próximo año. Además de la subida bursátil, el crecimiento estable en el mercado laboral y la mejora del sector residencial seguramente fomentarán el gasto.
Pronosticaron que el crecimiento alcanzará el 2,8% en 2014 al acelerarse la contratación laboral y conforme mejore la confianza del consumidor, que actualmente se encuentra en un nivel máximo en cinco años. De tener razón, sería el mejor crecimiento desde 2005.
"Una burbuja es algo extremo, cuando la bolsa pierde todo contacto con la realidad", afirmó el economista Bill Cheney, de la firma John Hancock Financial Services. "No creo que estemos ni siquiera cerca de esa situación".
La mayoría de los más de 30 economistas sondeados por AP dijeron que la política de la Fed ayudó a mejorar el panorama bursátil. La Fed ha comprado mensualmente bonos soberanos por 85.000 millones de dólares para intentar mantener el costo del financiamiento en niveles mínimos ríécord y fomentar tanto el endeudamiento como el gasto. Esas tasas excepcionalmente bajas hicieron que algunos inversionistas sacaran sus ahorros de los bonos y cuentas de ahorro y los invirtieran en bolsa, lo que aumentó el precio de las acciones.
En las últimas semanas, los inversionistas en acciones y bonos han quedado confundidos ante la conjetura de que la Fed comenzará a reducir su compra mensual de bonos soberanos a fines de año. Una vez que lo haga, los tipos de interíés seguramente aumentarán. Algunos inversionistas podrían vender acciones e invertir en bonos de mayor rendimiento, en cuyo caso los precios de las acciones podrían bajar.