La reñida subasta de Inversis llega este lunes a su punto decisivo con la presentación de las ofertas vinculantes. Las dos entidades andorranas -Banco Madrid (BPA) y Andbank- siguen llevando la delantera despuíés del proceso de due diligence, pero puede haber sorpresa: las otras dos ofertas, más díébiles, han decidido sumar sus fuerzas para presentar una puja conjunta que sea competitiva, según fuentes conocedoras de la subasta. Estas dos ofertas estaban formadas, a su vez, por dos entidades: por un lado, los fondos de capital riesgo Alana y Palamon Partners; y por otro, el bróker portuguíés Orey y el daníés Saxo Bank, que se sumó a la oferta lusa hace dos semanas.
Como adelantó El Confidencial, las ofertas no vinculantes más potentes presentadas hace un mes fueron las de las dos entidades andorranas. Banco Madrid, propiedad de Banca Privada d'Andorra, ya ha adquirido en España Interdin, la gestora de Liberbank y Nordkapp, la banca privada participada por Banco Valencia. Inversis supondría para ella su consolidación definitiva en el mercado español, de ahí que sea una de las mayores interesadas. Andbank, por su parte, está creando una nutrida red de banqueros con importantes fichajes procedentes sobre todo de la banca privada de Bankia. Hasta ahora había apostado por el crecimiento orgánico, pero Inversis representa una oportunidad excepcional por los 4.200 millones bajo gestión de su banca privada, su plataforma tecnológica y la posibilidad de exportar su negocio institucional a Latinoamíérica.
Parecía que la subasta iba a decidirse entre las dos entidades andorranas, que pretenden potenciar su negocio onshore en España ante el declive de los paraísos fiscales. Pero la fusión de los otros cuatro interesados altera este statu quo y crea una tercera opción potente para la venta del banco especializado en inversiones. Esto, por supuesto, puede encarecer el precio. Sus principales accionistas, Bankia y Sabadell, pretenden conseguir una valoración de unos 150 millones, aunque las ofertas preliminares se quedaron por debajo.
Fuentes cercanas a las dos entidades andorranas aseguran que ambas tienen mucho interíés, pero "no se van a volver locas" pagando un precio excesivo. "El entorno es el que es y nadie está dispuesto a pagar por las cosas más de lo que valen", añaden. Según estas fuentes, ninguna de las dos estaría dispuesta a llegar a esos 150 millones, aunque es posible que estíén tratando de jugar al despiste.
Además, los dos están bastante escamados con la "unificación" de las ofertas de los demás compradores, puesto que esta medida no estaba contemplada en las reglas del proceso e incluye a Saxo Bank, que no presentó oferta no vinculante y, en teoría, no tiene derecho a sumarse a posteriori. Y, desde luego, no aceptarían que se permitiera pujar a Hencorp, el socio del fondo de capital riesgo Advent que se retiró del proceso, que está intentando participar en la subasta, según publicó la semana pasada la web Vozpópuli.
No se trata sólo del precio
Por otro lado, el precio no es el único elemento decisivo de esta puja gestionada por KPMG, sino tambiíén las condiciones que impongan los candidatos en los contratos de compraventa que hay que adjuntar a la oferta vinculante. "Bankia tiene que justificar ante Bruselas que ha conseguido el precio más alto posible, pero quiere cobrar ya y sin pegas, así que no va a aceptar una oferta con muchos condicionantes por muy alta que sea", explica otra de las fuentes consultadas.
Además, el Banco de España tiene algo que decir en este proceso. Y lo tiene complicado. Por un lado, nunca le ha gustado demasiado que los bancos andorranos adquieran entidades españolas, como ya puso de manifiesto con la adquisición de Banco Madrid por parte de BPA, que tardó más de un año. Pero, por otro, tampoco le hace ninguna gracia que brokers desconocidos en España (Orey) o fondos de capital riesgo se hagan con bancos aunque sean especializados.
Sólo se vende el 53,6%
Se da la circunstancia de que deben presentar una puja por el 100%, pero sólo se va a vender, en principio, el 53,6% que está en manos de Bankia -que posee el 38,5% y debe venderlo por imposición de Bruselas en las condiciones del rescate- y del Sabadell -ha heredado el 15,1% de la CAM y no tiene interíés en mantenerlo porque hace la competencia a sus propios negocios de banca privada y brokerage (construidos sobre los antiguos Banco Urquijo e Ibersecurities)-. El resto de los accionistas no han manifestado su intención de salir en esta subasta. Se trata de Indra, con el 12,8% del capital, El Corte Inglíés con el 9,9%, Cajamar con el 8,9%, Telefónica con el 5,2% (heredado de la antigua Terra) y Banca March con el 5%.
Otros dos de los interesados iniciales se han caído de la carrera. Se trata del fondo de capital riesgo Advent, que nunca estuvo realmente interesado en la pieza, pero cuyo socio Hencorp vuelve ahora a la carga, y del pequeño banco privado con sede en Pensilvania Bancorp, que los propios accionistas de Inversis confundieron con el gigante U.S.Bancorp, pero que no tiene nada que ver; su escaso músculo financiero tampoco le permite pujar en igualdad con los demás candidatos.