El consejo de Repsol se reunirá hoy para rechazar la oferta de YPF, al considerarla insuficiente, y seguirá con sus actuaciones judiciales. El presidente, Antonio Brufau, acudirá pertrechado de informes para justificar el rechazo.
La propuesta argentina valora el acre en 42.000 dólares frente a los 14.000 dólares en las zonas no convencionales de Estados Unidos.
Además, si las cuentas de Banco Sabadell no fallan, la petrolera dispondría de una participación neta de 902,4 kilómetros cuadrados de Vaca Muerta que podría alcanzar una valoración máxima de hasta 3.000 millones de euros, una cifra que estaría notablemente por debajo de los 10.500 millones que Repsol reclama ante el arbitraje internacional del Ciadi y de los 5.700 millones del valor en libros de la sociedad, una cantidad que sí que podría considerarse suficiente. UBS, por su parte, cifra la oferta de YPF en 2.700 millones.
Una mala propuesta
Sociíétíé Generale tambiíén considera que se trata de una mala propuesta porque supondría volver a Argentina, donde tendría que invertir 1.500 millones. La petrolera, considera la entidad, sólo podría crear valor si recibe dinero por YPF y reinvierte en exploración y producción fuera de Argentina. Además, recalca la utilización de algunos medios para trasmitir una oferta olvidando a la gestión de Repsol (como ya se hiciera en el intento de Sacyr de reemplazar a Brufau) y ve una mala noticia la vuelta a las tensiones accionariales.
SG abre la caja de Pandora al indicar que Repsol considera que no tiene interíés estratíégico la participación en Gas Natural despuíés de la venta del GNL a Shell.
La entidad sondeó el mercado para estudiar ofertas pero por el momento ha dejado paralizada la operación. Esta situación causó una fuerte tensión entre la petrolera y su socio y principal accionista, La Caixa, y despertó el interíés del multimillonario Carlos Slim que está jugando un papel clave en su triple juego con YPF, Pemex y La Caixa.
El multimillonario mexicano propició un encuentro en Buenos Aires el 8 de mayo entre el presidente de YPF, Miguel Galuccio, y el de Pemex, Emilio Lozoya.
La reunión sirvió para plantear un acercamiento a Repsol y al mismo tiempo un desembarco de la petrolera mexicana en Argentina, tras haber constatado los problemas para financiar la inversión en Vaca Muerta por la inseguridad jurídica que generaba las constantes denuncias de Repsol.
El interíés de Slim
A finales de mayo, coincidiendo con la junta de Repsol, Pemex hizo llegar los detalles de la oferta de YPF, incluso al Gobierno español, y se rechazó por primera vez la propuesta. Esta situación generó una primera campaña de presión a la dirección de la petrolera con amenazas de denuncias a su gestión por los sueldos en YPF y con la reapertura de un expediente en la Comisión de Valores argentina.
Desde entonces, Slim se ha convertido en uno de los principales interesados en que las cuentas de la petrolera argentina comiencen a salir y al tiempo hace importantes negocios con Pemex, que le acaba de otorgar un suculento contrato. La aseguradora Inbursa se acaba de adjudicar los seguros de Pemex por 426,3 millones.
Tras este primer contacto, el director general de la mexicana, Emilio Lozoya, se reunió aprovechando el Cercle d'Economita de Sitges con la Caixa para presionarles en favor de la oferta de YPF. Esta propuesta no varía demasiado del primer intento realizado por Fainíé, que fue rechazado rotundamente, lo que hace augurar un resultado similaer en esta ocasión.
La propuesta pasa por crear una sociedad donde Repsol ostentaría un 47%, Pemex un 2% e YPF un 51% para explotar el megayacimiento de Vaca Muerta. Además, la petrolera española tendría que movilizar 1.500 millones para afrontar nuevas inversiones en el país.
Repsol celebró su junta de accionistas el 31 de mayo y Brufau reiteró que estaba dispuesto a negociar una compensación justa, al tiempo que resolvía la papeleta de las preferentes para suavizar su enfrentamiento con Isidro Fainíé.
Batalla judicial
La petrolera logró, como adelantó elEconomista, una pequeña pero importante batalla legal al lograr que se incluyera una 'litis' en el registro mercantil argentino. Esto supone que si Repsol recuperara la propiedad de YPF, le tendrían que devolver intactos todos sus activos, incluido Vaca Muerta, y se reactivó el arbitraje en el Ciadi con el nombramiento del presidente, Claus von Wobeser.
Argentina respondió avanzando en sus negociaciones con la venezolana PDVSA y levantó el embargo de 14.000 millones a Chevron, que se ha vuelto a poner manos a la obra para tratar de cerrar un acuerdo antes del 16 de julio, fecha en la que está prevista una visita de su presidente mundial para sellar una alianza que supondrá una inversión de 1.500 millones.
Con todo, el consejo de la petrolera de hoy se presenta tenso, ante los intereses de Pemex y La Caixa por alcanzar un solución y los de Sacyr y Temasek de lograr la mayor indemnización posible.
El Gobierno además ha blindado a Repsol ante una operación hostil, lo que hace que la amenaza de una opa estíé casi descartada
