El sector exterior sigue mostrándose como el gran soporte de la economía española en su salida de la crisis. Las exportaciones han crecido un 8% en el primer cuatrimestre, el ritmo más elevado en toda la zona euro, y la atracción de inversión extranjera sigue creciendo en mitad de un fuerte proceso de contracción de los flujos de capitales. En 2012, España recibió 21.363 millones de euros en inversión extranjera directa, lo que supone un incremento del 3,7% y la sitúa en el decimosexto puesto del ránking mundial, dos por encima de los registros de 2011. Y los datos provisionales del primer trimestre de 2013 (3.647 millones) apuntan tambiíén a la consolidación de ese crecimiento frente al deterioro generalizado de los otros grandes países de la zona euro, según los datos del Informe Anual de Inversiones, realizado por Naciones Unidas, hechos públicos ayer en Ginebra.
En 2012, la entrada de inversión extranjera directa en el mundo se redujo hasta 1 billón de euros, lo que supone un ajuste anual del 18,2% (231.291 millones en tíérminos absolutos) y volver a niveles similares registrados en 2009. En la presentación del informe, Victoria Aranda, asesora de Naciones Unidas de Inversiones Transnacionales y Desarrollo, subrayó que el 66% de esta píérdida correspondió a la zona euro, fuertemente castigada por las dudas entre los inversores. Y entre los principales damnificados se encuentra Alemania, que en 2012 recibió solo 5,1 millones frente a los 37,5 millones de 2011; Italia, con una caída de 26,3 a 7,3 millones, o Francia, con un descenso desde 29,5 a 19,2 millones. Es decir que España recibió más flujos de inversión que Francia o Alemania, aunque los expertos advierten que estas cifras están muy condicionadas por operaciones puntuales que pueden distorsionar los resultados.
Todos, sin embargo, coinciden en que España ha ganado atractivo frente a otros países. “En un marco europeo en que la inversión se ha ralentizado, en España surgen mayores oportunidades por el abaratamiento del precio de las acciones o de los activos empresariales, así como por las ganancias de competitividad obtenidas con la reducción de los costes laborales y el aumento de productividadâ€, apuntó Luis Oscar Moreno, subdirector general de Comercio Internacional de Servicios e Inversiones del Ministerio de Economía y Competitividad. Un buen ejemplo es la factoría de Renault en Valladolid, que ha logrado hacerse con una parte importante de la fabricación a cambio de moderación salarial.
La clasificación muestra la ganancia de peso adquirida por los países emergentes. Entre los diez primeros hay cuatro en vías de desarrollo (China, Hong Kong, Brasil y Singapur) y entre los 20 primeros hay otros 12. Esa mejoría se puede comprobar en la descomposición del billón de euros en inversión atraída: 520.000 millones (un 52% del total) correspondió a emergentes, mientras que el resto fue a parar a países desarrollados. Es la primera vez que los emergentes captan más dinero que los desarrollados. Buena prueba de ello es China que se ha convertido en el segundo mayor receptor de inversión extranjero y en el tercer mayor emisor.
Aranda apuntó que las previsiones de Naciones Unidas señalan que se producirá un leve repunte de la inversión en 2014 y en 2015 hasta los 1,2 y 1,4 billones, respectivamente. “Sin embargo persisten un gran número de riesgos, en especial los ligados al sistema financieroâ€. De hecho señala que las multinacionales disponen de un nivel ríécord de liquidez. “Pero hasta que persistan dudas, no lo gastaránâ€, remarcó.