El sector inmobiliario vuelve a dar señales de vida en la Bolsa. Aunque aún está inmerso en una larga travesía por el desierto, provocada tras el pinchazo de la burbuja y los precios de sus títulos siguen presionados a la baja, el mercado ha comenzado a fijarse de nuevo en íél.
Más allá de la pura especulación, algunos inversores institucionales comienzan a tomar posiciones con vistas a una recuperación. “Es evidente que el sector no atraviesa el mejor momento en el mercado. Los precios inmobiliarios no formarán suelo hasta 2014 como mínimo, pero tambiíén es cierto que los precios de los valores que componen el sector están descontando niveles casi liquidativos, en algunos casos y el mercado está esperando una recuperación económica y una relajación del críédito, señala Juan Carlos Montero, analista de Capital Bolsa.
“La posibilidad de que este escenario se produzca a medio plazo y las compañías que finalmente superen la crisis se encuentren en un sector mucho más despejado y una situación corporativa mucho más estable, está motivando que los indicadores de entrada institucional se estíén incrementando, ya que provocará que el precio de sus acciones se disparen al alzaâ€, puntualiza el analista.
Actualmente se están realizando apuestas globales por parte de algunos gestores a la espera de llegue el momento en que el sector se estabilice. Lo habitual es comprar unos cuantos valores, generalmente un ramillete de cuatro o cinco empresas, a la espera de que al menos uno o dos de ellos se revaloricen en un plazo determinado un 400%- un 500% o un 600% y compensen las posibles píérdidas del resto.
Este tipo de estrategias comienzan a ser habituales en otros países perifíéricos entre ellos Portugal, Italia y Grecia y no solamente en España. Los precios inmobiliarios han caído en todos los mercados perifíéricos, aunque menos que en el mercado español.
Este cambio podría empezar a producirse en el primer trimestre o en el segundo trimestre del 2014, según Juan Carlos Montero. “Antes, los precios tienen que tocar suelo. Pero sobre todo, “dependerá básicamente del ritmo al que se vendan los inventarios que están en los balances del sector financiero y en el SAREBâ€, señala.
En su opinión, “la presión sobre esos inventarios va a provocar que los precios sigan cayendo o que se mantenga un largo proceso de suelo que pueda durar varios años en los que la variación de precios será limitada tanto a la baja como al alzaâ€. â€Las acciones en Bolsa anticipan en torno a 6 meses los suelos en los precios inmobiliariosâ€, dice el analista.
COLONIAL, EL MíS FAVORECIDO
En este escenario, Colonial es uno de los valores más favorecidos desde principios de año. Y tambiíén uno de los que acumula mayores expectativas, ya que según el analista de Capital Bolsa. Con una tendencia alcista del valor, iniciada en los mínimos de abril 2013, Capital Bolsa apuesta por tomar posiciones largas en Colonial en el rango 1,02-1,10 euros, con un stop de protección en cierres por debajo de 1 euro.Tambiíén se está detectando bastante interíés por parte de los inversores en Realia.La inmobiliaria participada por FCC y Bankia ha incrementado significativamente el volumen de operaciones desde finales de 2012. Desde Noesis recomiendan esperar señales de consolidación para apertura de posiciones compradoras. El pasado mes de enero, la cotización de Realia alcanzó máximos en 1.15 euros, despuíés de la fuerte revalorización superior al 225%, de medio año de duración. Actualmente tiene un sesgo a la baja desde el punto de vista tíécnico y sus títulos han vuelto a caer en torno a los 6 cíéntimos por título.
El problema que tiene el sector inmobiliario es que es muy especulativo, advierte Natalia Aguirre, directora de Análisis y Estratega de Renta 4. El capital que circula libremente en Bolsa (free-float) es mínimo, con lo cual los movimientos se exageran de una manera espectacular. Tienen muy poca liquidez y los valores dan unos bandazos tremendos. Nosotros por principio no estaríamos pero tampoco vemos una recuperación en el sector inmobiliarioâ€.
Según la analista, sigue habiendo mucha presión. “El Sareb, se ha convertido en la gran inmobiliaria de España y está presionando los precios a la baja. Hasta que veamos un suelo en el sector y un brote verde queda mucho todavía†dice la analista. “Es un sector que me da mucho miedo. Desde el punto de vista fundamental no lo puedo recomendarâ€, advierte.
La oferta de activos tambiíén ha contribuido a aumentar la visibilidad del sector inmobiliario, al tiempo que ha calentado estos valores. “Ahora empieza a haber el interíés comprador que se suele producir cuando se está formando sueloâ€, dice el analista de Capital Bolsa. El interíés de las grandes constructoras por deprenderse de sus divisiones de patrimonio es porque hay gente que está dispuesta a comprar, cosa que antes no había. Y eso es una buena señal.
En los últimos meses las inmobiliarias han puesto en el mercado algunas de las joyas de la corona del sector como parte de la estrategia de desinversión en activos para reducir el endeudamiento. La decisión de Colonial de vender parte o la totalidad de su participada francesa SFL (Sociíétíé Foncií¨re Lyonnaise) en la que controla el 53,5% del capital ha puesto en valor los títulos de la inmobiliaria española mientras se deja querer por los posibles pretendientes. El Grupo Villar Mir y Juan Abelló, a travíés de su brazo inversor Torreal, son algunos aspirantes a comprar la joya de Colonial.
La inmobiliaria contempla la venta de activos como parte del proceso de negociación de la reestructuración de su deuda financiera sindicada de 3.454 millones de euros que vence en diciembre de 2014. Entre las opciones que se barajan para la reestructuración de este pasivo tambiíén contempla ampliar capital en unos 700 millones de euros. Colonial perdió 24 millones de euros en el primer trimestre de este año, un 88 % más que en el mismo período del año pasado.
En 2012 la cartera de activos de SFL presentaba un valor de 4.072 millones de euros, y obtuvo un beneficio neto de 283,2 millones de euros, un 56% por encima del registrado en 2011. Entre los accionistas mayoritarios de SFL están Críédit Agricole, con un 13,6%, Royal Bank of Scotland (RBS), con un 7,5%, Unibail Rodamco, con el 7,2% y el grupo Reig Capital que ostenta el 4,4%.
Tambiíén Realia está en la lista de las compañías del sector con activos que podrían ponerse a la venta en cualquier momento. El 30 de septiembre vence el nuevo aplazamiento que la inmobiliaria ha conseguido recientemente para la refinanciación de la deuda de su negocio de promociones por un importe de 850 millones de euros.
LAS NUEVAS COORDENADAS DEL SECTOR
El estallido de la burbuja inmobiliaria ha provocado un cambio radical en el mapa de las compañías de este sector. Las grandes constructoras españolas hace tiempo que se deshicieron de sus filiales inmobiliarias, o bien han quedado relegadas a un negocio marginal frente al peso que tenían antes del estallido de la burbuja del sector.
Sacyr, una de las pocas constructoras que ha mantenido en pie esta división a travíés de su filial Vallehermoso comenzó a abandonar la promoción inmobiliaria prácticamente tras la salida de Luis del Rivero. Actualmente está negociando su venta. Tras la reestructuración de la estrategia de la compañía llevada a cabo por el actual presidente, Manuel Manrique, apenas tiene un peso en sus resultados.
Peor ha sido el escenario para las compañías que tenían un perfil puramente inmobiliario y con una actividad centrada en el mercado español. La mayoría ha sido pasto de los concursos de acreedores o han dejado de cotizar en Bolsa como ocurrió con Metrovacesa. Para las que quedan la presencia es casi marginal por su escasa liquidez y negociación.
Bami, compañía que preside Joaquín Rivero, ex presidente de Metrovacesa, ha sido la última en presentar concurso de acreedores la semana pasada. Se suma así a los procesos solicitados por Martinsa Fadesa, el primero y el mayor hasta ahora con un pasivo de 7.000 euros; Reyal Urbis, con una deuda de unos 4.300 euros, Sacresa, accionista de Metrovacesa, que se declaró insolvente con un pasivo de 1.800 millones, así como Tremón, Llanera y Nozar, entre otras grandes inmobiliarias.