El Ministerio de Hacienda ya ha cerrado la subida fiscal del impuesto sobre el alcohol y el tabaco que aprobará mañana el Consejo de Ministros. En el mismo paquete fiscal, tambiíén se incluirá limitar la deducción por la depreciación de la cartera de valores en el impuesto sobre sociedades, un beneficio fiscal relevante para las grandes empresas.
El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ya anunció el pasado mes de abril que el Ejecutivo planteaba elevar impuestos sobre aquellos productos que presentan “externalidades negativasâ€. El tabaco, –que ya ha sufrido tres aumentos fiscales en menos de dos años del Gobierno de Mariano Rajoy– volverá incrementarse. Previsiblemente, el alza afectará de forma más severa a la picadura de liar, aunque los tradicionales cigarrillos tambiíén subirán. El incremento fiscal sobre el alcohol afectará a las bebidas destiladas. Es decir, el vino –que está exento de este tributo– y la cerveza no sufrirán el incremento impositivo, una circunstancia que el sector de espirituosos considera discriminatoria.
Respecto al impuesto sobre sociedades, Hacienda mantendrá la política iniciada el año pasado de reducir los beneficios fiscales para las grandes empresas que, actualmente, llegan a tributar a tipos efectivos inferiores a los que aplican las pymes. Actualmente, las provisiones que una empresa realiza por la depreciación de acciones de, por ejemplo, una filial en el exterior son deducibles en el impuesto sobre sociedades, una posibilidad que ahora se limitará.