Despuíés de varias sesiones (o incluso semanas) en las que la volatilidad y la incertidumbre marcaron la marcha de Wall Street y de los principales parquíés mundiales, las compras se han adueñado de los mercados. En las últimas tres jornadas, el Dow Jones ha ganado siempre terreno aunque en ellas se hayan conocido datos macro negativos, que aportaron nuevas razones para pensar que la Fed podría mantener las inyecciones de liquidez; o cifras positivas, que los inversores tambiíén interpretaron como un motivo para comprar.
En la sesión del jueves se hizo público que las ventas pendientes de casas en Estados Unidos subieron a máximos de seis años en mayo, lo que provocó que los tres principales índices de Wall Street incrementaran las ganancias con las que habían abierto la sesión. Sin más datos económicos relevantes, el Dow Jones se mantuvo en los números verdes durante toda la sesión y acabó con un repunte del 0,77%, recuperó el nivel de los 15.000 puntos que había perdido el jueves pasado y acumula una subida del 2,48% en las últimas tres jornadas.
El S&P 500, por su parte, experimentó una subida del 0,62% y llegó a los 1.613 puntos, afianzando así el nivel de los 1.600 enteros, mientras el Nasdaq progresó un 0,76% y acabó el jueves en los 3.401 puntos.
Así, tan sólo dos de los componentes del Dow Jones acabaron a la baja: Johnson&Johnson (-0,32%) y Coca-Cola (-0,17%). El lado contrario de la tabla lo encabezaron la tecnológica Hewlett-Packard (3,17%), la aeronáutica Boeing (2,38%) y la aseguradora United Health (2,02%). Fuera de ese índice, la tecnológica Apple cayó el 1,08% y cerró por debajo de los 400 dólares por acción despuíés de que otra firma de análisis rebajase el precio al que prevíé que se coticen los títulos de la empresa.
El mercado de deuda tambiíén vivió una jornada positiva gracias a las compras de los inversores y el bono a 10 años rebajó su interíés al 2,47%, mientras que la rentabilidad de la referencia a 5 años cayó un 2,49%, hasta el 1,38%. En el mercado de divisas, el euro repuntó un 0,22% frente al dólar y cada divisa europea se cambia por 1,30 dólares. Frente al yen, el dólar se apreció un 0,81% y el cambio se instaló en los 98,32 yenes.
Por último, el oro, que está siendo muy castigado por el mercado, cayó por debajo de los 1.200 dólares la onza. La caída de un 2,18% en la sesión lo llevó hasta mínimos de septiembre de 2010
