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El Senado australiano aprobó una moción que obligará a las empresas a buscar a sus trabajadores en el mercado local y demostrar que así lo hicieron antes de contratar a personal extranjero, informó la cadena ABC.
Esta propuesta del Gobierno, que ayer fue aprobada tambiíén en la Cámara Baja, está pendiente del visto bueno de la gobernadora general de Australia, Quentin Bryce, para entrar en vigor.
Los empleadores tambiíén deberán invertir un porcentaje de sus nóminas para capacitar a sus empleados locales, así como a los extranjeros que trabajen en el país con el visado 457, un tipo de permiso otorgado con ayuda de un patrocinador para cubrir las plazas laborales que tienen poca oferta dentro del país oceánico.
El organismo regulador de asuntos laborales Fair Work investigará potenciales abusos del sistema.
En marzo pasado, la entonces primera ministra de Australia, Julia Gillard, anunció la intención de combatir estos supuestos abusos generalizados por parte de los empresarios en la contratación temporal de trabajadores con calificaciones en detrimento de la creación de puestos de trabajos para los australianos.
Según el ministro de Inmigración, Brendan O'Connor, se calcula que hay unos 10.000 casos de abusos por parte de los empleadores.
Pero la oposición conservadora considera que no existen pruebas sobre estos supuestos abusos y acusa al Gobierno de querer obstruir este tipo de visados para contentar a los sindicatos, a la vez que coincide con el Partido Verde, de que tiene tintes "xenófobos".
Los sindicatos han luchado para que las regulaciones respecto al visado 457 se hagan más estrictas para que los trabajadores tengan mayores protecciones laborales y consideran que se contrata a los extranjeros con menores salarios y beneficios.
Entre julio de 2012 a abril de 2013 Australia otorgó 56.950 visados 457, lo que supone un 1,7 por ciento más que el mismo período anterior.
Este tipo de documento permite a un extranjero trabajar hasta 4 años en Australia y vivir junto a su familia en el país oceánico