KPMG, la auditora contratada por la CNMV para realizar un análisis forense y buscar posibles fraudes y delitos societarios en la gestión de Pescanova, ha descartado, en principio, que haya habido apropiación indebida en la compañía.
Aunque la firma ha declinado hacer ningún tipo de comentario al respecto, fuentes de toda solvencia han confirmado que sí ha quedado demostrado, en cambio, que se falsearon las cuentas de los últimos ejercicios para ocultar no sólo una deuda que supera los 3.400 millones de euros, sino tambiíén píérdidas y un patrimonio neto negativo, lo que complicaría aún más la situación financiera de la empresa y obligaría a realizar nuevas inyecciones de capital.