(PL)
La caída del precio del cafíé en el mercado internacional y las píérdidas debido a la roya podrían alterar los resultados económicos de Honduras al cierre de 2013, adelantó una fuente oficial del gobierno.
En entrevista a La Tribuna, publicadas en la web del diario, la presidenta del Banco Central de Honduras (BCH), María Elena Mondragón, dijo que la revisión del Programa Monetario 2013-2014 implicará un análisis de la caída de los ingresos por exportación de cafíé.
A esto se sumará el aumento de los precios del petróleo, el díéficit fiscal, la desaceleración de la economía y otros indicadores como el nivel de inflación, depreciación y tasas de interíés, que podrían variar debido al deterioro de las condiciones económicas que enfrenta la nación centroamericana.
En abril último, el BCH presentó el Programa Monetario previsto para el actual período, en el que se visualizaba un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del 3,3 por ciento, un díéficit fiscal del 4,5 y un nivel de inflación de seis.
Sin embargo, la caída de los precios del cafíé por la baja demanda en el mercado mundial y la reducción de la cosecha como consecuencia del ataque del hongo de la roya han disminuido la entrada de divisas al país, precisó la funcionaria.
A la difícil situación antes descrita se adiciona el nivel de endeudamiento del gobierno central que se ubica en el 38 por ciento con relación al PIB, factores todos que afectan el buen desenvolvimiento de la economía nacional.
Analistas estiman que ante tal panorama la última opción que tiene el Gobierno en materia económica es la importación de combustibles por medio del mecanismo energíético de cooperación Petrocaribe.
Este acuerdo permitirá importar carburantes a travíés de críéditos a tasas concesionales, lo que evitará la salida de dólares por el pago de la factura petrolera.
Mondragón sostuvo que el BCH desarrolla actualmente una política monetaria activa, lo cual permite que a travíés del mercado abierto se logren mantener los niveles adecuados de liquidez en la economía.
Asimismo, negó que la entidad bancaria estíé retirando fondos del sistema para trasladarlos al gobierno central para que este financie el gasto corriente, como lo expresan algunos expertos.