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Autor Tema: Estimulos no, por favor  (Leído 105 veces)

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Estimulos no, por favor
« en: Julio 08, 2013, 06:22:45 pm »
Daniel Lacalle.

Publicado en cotizalia a travíés de en su blog LLENO DE ENERGíA

"Stimulus is a case of political patronage, corporate welfare and cronyism at their worst" - Paul Ryan

Existe un consenso –miedo me da la palabra- en el mercado de que la situación en Europa, tras los datos de Alemania y Portugal, llevará al Gobierno alemán y al Banco Central Europeo (BCE) a claudicar y aceptar nuevos estí­mulos. ¿Por quíé?

Los pedidos industriales en Alemania han caí­do un 1,3% en el mes de mayo. A muchos les lleva a pensar que si a los alemanes no les va bien, nos van a abrir la chequera a nosotros. Yo lo dudo. Como decí­a el consejero delegado (CEO) de una de las mayores empresas alemanas en Kent hace unos dí­as "la mejor manera de crecer es competir por míéritos propios, no por intervención".

Las primas de riesgo suben y el bono portuguíés a diez años se dispara al 7%. ¡Viva! ¡Así­ relajamos nuestros ajustes!

Este es el resultado atroz de la polí­tica económica LOGSE de la Unión Europea, donde ver suspender a uno nos hace suponer que nos van a aprobar a todos. Y sinceramente, creo que se equivocan. Los que apuestan a forzar la máquina, incumplir e intentar aprovecharse de una relajación generalizada verán que no sirve. Los ajustes son ineludibles cuando hemos agotado y extenuado el sistema crediticio. Esenciales para volver a crecer y desbloquear la economí­a.

Es curioso, el pobre, Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo, y objeto de todo tipo de ataques durante meses, se ha convertido esta semana en un santo a ojos de los que exigen más gasto, cuando dice –como ha dicho siempre, por otro lado- que mantendrá una polí­tica acomodaticia… Y que va a bajar tipos. Dado el 'íéxito incuestionable' de las bajadas anteriores, seguimos cazando unicornios si pensamos que del 0,5% al 0% va a tener algún impacto.

Si hay algo que me parece alucinante de esta íépoca de descontrol crediticio es que se haya convencido a la población de que las polí­ticas de gasto y estimulo son 'sociales'.

Total, Europa 'solamente' dedicó doscientos mil millones de euros –un 1,5% del PIB de la Unión Europea- en polí­ticas de estí­mulo entre 2008 y 2011, y el BCE aumentó su balance en 1,5 billones de euros, para casi quebrar a varios paí­ses, incluido el nuestro, y de paso destruir cuatro millones y medio de puestos de trabajo. Eso despuíés de la mayor expansión crediticia de su historia, entre 2000 y 2011. Ahora piden otro LTRO –inyecciones de liquidez-, pero los dos anteriores ni solucionaron el problema bancario, ni de críédito, ni redujeron el empleo. Más madera.

Muchos de estos errores vienen de glorificar el New Deal de Roosevelt como una solución, a pesar de que estudios de la UCLA y de Rothbard prueban que la polí­tica de intervención prolongó la depresión otros siete años (lean aquí­). Y tambiíén es un error asumir que esta crisis es similar a la Gran Depresión, cuando nuestra íépoca es el resultado de ese mismo gasto y exceso crediticio que hoy nos proponen como solución. No es agua al fuego, es más leña al incendio.

Los estí­mulos no mejoran la economí­a, perpetúan los modelos ineficientes, dan más recursos a los que los han malgastado –gobiernos y sectores endeudados- y dejan tras de sí­ el agujero de endeudamiento que paga usted, sin evitar ajustes posteriores mucho más duros. Efecto placebo. Vean Reino Unido, que acaba de tener que anunciar el despido de 140.000 empleados públicos más a pesar de imprimir, estimular y crear inflación artificial en la economí­a.



O Estados Unidos, el ejemplo que se supone que todos quieren seguir, pero solo para gastar y endeudarse, por supuesto. Sigue con un desempleo estancado en el 7,6% y la menor participación laboral desde 1979, lo comento en detalle en mi post La verdad sobre el mercado laboral americano. Por supuesto, en lo que no queremos copiar a Estados Unidos es en bajos impuestos a empresas y tipo máximo del 39,6%, en un gasto publico ex-Defensa del 35% del PIB, en dinamismo y liberalización de los sectores económicos y financieros. Solo en su techo de gasto. ¿Y quíé les voy a contar del Reino Unido? Lo mismo. Para liberalizar y dinamizar, nada. Para endeudarse, un modelo.

Hay que copiar a los mejores en lo bueno, y superarlos, no imitar a los peores y solidarizarnos con ellos en la LOGSE económica.

Lo bueno del mantra del gasto público es que siempre se justifica con tres frases:

- "Hubiera sido peor"

- "No se ha hecho suficiente"

- "Hay que hacer mucho más"

Repetir. Por supuesto, las consecuencias las paga usted, es lo gracioso de un sistema intervenido. El que gasta mal sale beneficiado sea por falta de responsabilidad final, el Gobierno, o porque se le subvenciona si falla. Todo muy social.

Les han convencido de que el empleo se crea por intervención… olvidando que el empleo viene cuando hay condiciones económicas atractivas para invertir y renta disponible para consumir. El consumo crea empleo, no el Estado. Pero a base de subidas de impuestos y destrucción del entorno inversor, se agranda el problema. Luego se le echa la culpa al mercado y nos quedamos tan tranquilos.

Así­ dejamos economí­as exhaustas, ineficientes y sobre-endeudadas como mi queridí­simo Portugal, y cuando se lleva a cabo un proceso de moderación del gasto, se nos hace creer que es un desastre. La factura, la pagarán nuestros hijos que nacen, como cada español, debiendo 20.000 euros cada uno. Muy social.

Eso, por supuesto, es por la agobiante 'austeridad', que ha llevado a todos los paí­ses de la Eurozona a disparar su gasto público al 49%. Austeridad.

Y no nos damos cuenta que esos estí­mulos han generado más problemas que ventajas. Nos han dejado la factura, en una Europa que se va a deuda sobre PIB del 100%, la ineficiencia, el coste y encima no crean empleo.

 

Y una vez más Portugal, aunque podrí­a haber sido cualquier otro paí­s, nos ha recordado lo frágiles que son las economí­as extremadamente endeudadas. Una moderada crisis institucional pone en jaque a todos los vasos comunicantes en Europa y su periferia. No en vano, impacta hasta a nuestra banca, que acumula 58.000 millones de euros de deuda portuguesa. El bono a diez años se dispara al 7% y el castillo de naipes europeo tambalea.



Sinceramente no síé si el Banco Central Europeo lanzará una tercera inyección de liquidez (LTRO). Creo que la gestión de Mario Draghi hasta ahora ha sido impecable, dentro del sistema económico que vivimos, y seguirá siendo prudente. Lo que si síé es que todos estos planes, todos esos estí­mulos que reclaman, no van a tener ningún efecto –como no lo tuvieron antes- mientras se siga aniquilando la clase media y a las empresas cercenando renta disponible y capacidad inversora a base de burocracia, intervencionismo e impuestos.

La solución que tantos reclaman mirando a EEUU o Reino Unido, incluso Japón, no está en sus polí­ticas monetarias o en hacer olimpiadas. Está en ser como esas economí­as en innovación, empresas punteras que compiten y crean valor, atracción de capital, seguridad jurí­dica, y bajos impuestos.

Los estí­mulos no son un derecho, son un accesorio, un lujo que se pueden permitir las economí­as lí­deres porque, si fallan, y lo hacen, tiene mecanismos de atracción de capital y financieros para sobreponerse. Balanza financiera y libertad económica. Las economí­as ineficientes empeoran y se hunden más a base de estí­mulos de demanda interna argentinos tipo Kicillof… o España… o Portugal… Porque no cuentan con sistemas bien engrasados de atracción de capital inversor.

Me decí­a hace poco mi apreciado Jorge Verstrynge en Telecinco que "Estados Unidos detrae capital por la seguridad que ofrece el dólar". Nadie detrae capital si el sitio donde se encuentra ese dinero es más atractivo. Curioso que en vez de aprender y crear la seguridad y entorno inversor que genera esa ventaja, hagamos lo contrario –crear intervencionismo e inseguridad-, pero exigiendo la misma situación financiera. ¡Nos lo merecemos! Nuestro derecho a exigir deuda barata sin ofrecer confianza.

Incluso con sistemas dinámicos, abiertos y liberalizados, dichos estí­mulos fallan. Porque parten de un error monumental. Pensar que el Gobierno sabe invertir los recursos financieros mejor y de manera más eficiente que las empresas y familias. Si así­ fuera, uno de los sistemas económicos más planificados, burocráticos y estatizados de la OCDE, la Unión Europea, serí­a hoy un vergel de crecimiento. Pero no lo es. Repetir el 2008 no va a cambiar un modelo hipertrofiado e ineficiente. No hace falta más deuda y dar más dinero a gobiernos para repartirlo a su albedrí­o. Con que no se lo quiten a los ciudadanos y empresas es suficiente. Así­ se permite que se recupere el ahorro, y con ello el consumo.

No, señores, la prosperidad no viene del gasto y la deuda. Viene del ahorro y la inversión prudente de los excedentes. Intentar mantener un PIB artificialmente creado y el gasto que ha desencadenado es suicida.

En España estamos empezando claramente a tocar fondo. Lo muestran muchos indicadores que sigo. Debemos evitar permanecer allí­ por mantener unos niveles de gasto insostenibles. Europa se encamina hacia un gasto público y deuda simplemente inasumible. Si en Estados Unidos, Reino Unido o Japón han sido incapaces de reducir su endeudamiento imprimiendo moneda y aun así­ no han evitado recortes enormes, ¿de verdad se creen que esas medidas mejorarí­an la situación de Europa?evit

Con todos los estí­mulos que quieran, si hay represión financiera –bajar tipos y devaluar- añadido a altos impuestos, nos vamos a otra díécada perdida. Evitíémoslo. Los unicornios no existen. Buen fin de semana.