Los ciberataques a bolsas de valores aumentan el riesgo en los mercados
Entre las plazas sondeadas, el 53% dijo haber experimentado un ciberataque el año pasado. Las formas más comunes fueron ataques de Denegación de Servicio (DDoS), que buscan cerrar sitios web y otros sistemas informáticos al sobrecargar las redes de la organización atacada con un tráfico informático excesivo y virus.
Otras formas de delitos ciberníéticos mencionados por las bolsas incluían el robo de ordenadores portátiles, revisión de sitios de Internet, robo de datos y robo de información privilegiada. Ninguna de las plazas informó de robos financieros como parte de los ataques.
"El ciberdelito tambiíén parece ir en aumento en tíérminos de sofisticación y complejidad, ampliando el potencial de infiltración y daños a gran escala", afirmó el informe, agregando que un gran ataque podría crear desconfianza pública y una retirada de los mercados.
En Reino Unido, los temores sobre ataques ciberníéticos superaron a la crisis de la zona euro como el principal riesgo para los bancos del país, dijo el mes pasado un alto cargo del Banco de Inglaterra.
En Estados Unidos, los operadores de bolsas Nasdaq OMX Group y BATS Global Markets dijeron en febrero del año pasado que recibieron ataques DDoS.
En octubre de 2011, el sitio web de la bolsa de Nueva York de NYSE Euronext estuvo inaccesible durante 30 minutos, según una compañía de vigilancia de Internet, pero la bolsa dijo que no se informó de interrupciones en su servicio.
En 2010, piratas informáticos que se infiltraron en los sistemas informáticos del Nasdaq instalaron programas maliciosos que les permitían espiar a los directores de compañías que cotizaban en la bolsa, informó Reuters.
Existen datos limitados respecto a los costes que implica el ciberdelito para las bolsas de valores, pero el informe dijo que varios estudios han estimado sus costes para la sociedad en general entre los 388.000 millones y el billón de dólares.
Las plazas que participaron en el sondeo dijeron que los costes directos e indirectos de los ciberataques les significaron menos de 1 millón de dólares el año pasado.