Por... LINDA A. JOHNSON
La farmacíéutica Pfizer Inc. se comprometió a proporcionar cientos de millones de dosis de su lucrativa vacuna contra la neumonía y la meningitis a una fracción del precio habitual, a fin de ayudar a los niños pequeños en los países pobres.
El acuerdo para proporcionar 260 millones de dosis de su vacuna Prevenar 13 por unos cuantos dólares cada una es el tercer acuerdo de Pfizer bajo un innovador programa a travíés del cual las empresas farmacíéuticas, los gobiernos, los grupos de salud y las organizaciones de caridad colaboran para que los países pobres tengan un suministro a largo plazo de vacunas asequibles contra enfermedades mortales.
Prevnar 13 —denominada Prevenar fuera de Estados Unidos— protege contra 13 cepas de la enfermedad neumocócica. La enfermedad bacteriana puede causar infecciones dolorosas de oído comunes entre los niños pequeños e infecciones graves que pueden ocasionar la muerte o dejar a los sobrevivientes sordos, paralíticos o con dificultades permanentes de aprendizaje o del habla. Esas enfermedades incluyen la neumonía, las infecciones sanguíneas y la meningitis, una infección de los tejidos que rodean el cerebro y la míédula espinal.
La enfermedad neumocócica mata a más de 1,6 millones de personas al año, la mitad de ellos menores de 5 años y casi todos en países pobres, según la Organización Mundial de la Salud.
Una dosis de Prevenar cuesta cerca de130 dólares en Estados Unidos, un precio inalcanzable en gran parte de ífrica, Asia y Amíérica Latina. De hecho, la mayoría de nuevas vacunas occidentales no llegan a los países pobres durante 10 o 15 años.
Para cambiar eso, hace cuatro años varios países y la Fundación Bill y Melinda Gates donaron 1.500 millones de dólares para desarrollar una táctica para proporcionar las vacunas necesarias. Un monto adicional de 1.300 millones de dólares será proporcionado por una asociación público-privada llamada GAVI, anteriormente la Alianza Mundial de Vacunas e Inmunización, cuyos miembros incluyen a UNICEF, la Organización Mundial de la Salud y el Banco Mundial.
El dinero se utilizó para iniciar un programa piloto que garantice demanda constante y de alto volumen a los fabricantes de vacunas, que aceptan vender sus vacunas por 3,50 dólares cada una o menos a los países pobres. Los expertos eligieron a las vacunas neumocócicas como el primer proyecto.
El programa tambiíén tiene como objetivo aumentar la capacidad de producción de vacunas y alentar a las empresas a desarrollar vacunas para enfermedades comunes en los países más pobres.