Por... ANDRí‰S OPPENHEIMER
Justo cuando estábamos empezando a digerir la noticia de que Nicaragua ha firmado un contrato con una empresa china para construir un canal interoceánico de $40 mil millones para competir con el Canal de Panamá, Guatemala anunció esta semana que piensa construir su propio "corredor seco" interoceánico de $12 mil millones.
¿Son serios estos proyectos de Nicaragua y Guatemala? Y si lo son, ¿tienen sentido?
El presidente del Corredor Interoceánico de Guatemala, Guillermo Catalán, dijo que el proyecto unirá las costas del Pacífico y el Atlántico del país por medio de una autopista de 372 kilómetros y una línea de ferrocarril que se completarán en 2019, según informó el miíércoles la agencia de noticias EFE. En próximos meses, la empresa empezará a comprar tierras a 3.533 propietarios de la zona por donde pasará el corredor.
Despuíés de leer esta noticia, llamíé al embajador de Guatemala en Washington, Francisco Villagrán, para preguntarle si el gobierno de Guatemala respalda el proyecto.
"Sí", dijo. "Guatemala quiere impulsar este proyecto. El gobierno quiere dar todas las facilidades para que el proyecto sea viable, porque es de interíés del gobierno, de los gobiernos municipales y de las comunidades por donde pasaría el corredor".
Si los proyectos de Nicaragua y Guatemala se materializan, competirían con el Canal de Panamá como vías para transportar contenedores de Estados Unidos y Latinoamíérica hacia Asia, y viceversa.
¿Tiene sentido construir tres corredores interoceánicos en Centroamíérica?, le preguntíé a Alberto Alemán, exdirector del Canal de Panamá que supervisó esa vía desde 1996 hasta 2012. Alemán no lo cree.
Según me dijo, será mucho más caro y complicado transportar productos a travíés de Guatemala y Nicaragua que a travíés de Panamá, porque mientras el Canal de Panamá tiene tan sólo 80 kilómetros de largo, y Panamá ya tiene una autopista y un ferrocarril transoceánicos, el corredor guatemalteco tendría 372 kilómetros de largo, y el canal de Nicaragua 290 kilómetros de largo.
"Si tú llevas carga de Asia a Guatemala y la bajas a tierra, cruzas el país por tierra, y la recoges en un barco en la otra costa, sería extremadamente caro", agregó Alemán. "Tan sólo bajar un contenedor del barco al muelle es más caro que moverlo a travíés de Panamá".
Guatemala dice que el Canal de Panamá pronto quedará rebasado por el creciente comercio internacional. Panamá replica que está en medio de una expansión de $5 mil millones que duplicará su capacidad para 2015.
Un experto de una organización internacional, que pidió no ser identificado porque trabaja para varios gobiernos centroamericanos, me señaló que Guatemala, Nicaragua y otros países no podrán competir fácilmente con Panamá. El Canal de Panamá seguirá siendo más barato y seguro que los otros.
"Las empresas, además de los costos, se fijan en la certidumbre: quieren garantizar que sus productos lleguen sanos y salvos", dijo. "Eso es difícil cuando hay que transferir varias veces los contenedores de los barcos a los camiones".
Mi opinión: Guatemala y Nicaragua harían bien en construir importantes corredores de transporte, pero tratar de duplicar -o más bien triplicar- la ruta de comercio interoceánico de Panamá sería un monumental desperdicio de dinero, en una región que ya es una de las más pobres del mundo.
En vez de competir entre sí, los países centroamericanos deberían firmar acuerdos de libre comercio más eficaces, o implementar los ya existentes.