Reuters
En España, la situación de las pensiones se agrava. El índice de fertilidad, que en muchos países europeos está por debajo del promedio global, cambiará escenarios de poder económico hacia el 2020. Alemania será la más afectada.
Lenta pero inexorablemente, Europa se está enfrentando a una tendencia demográfica que socavará su crecimiento económico a largo plazo y obligará a los países a elegir entre recortar pensiones y beneficios sociales o pagar más impuestos para mantenerlos.
Algunos países están ya recibiendo señales de las dificultades que le esperan a Europa a medida que los hijos del ‘baby boom’ se van jubilando y, a causa de los bajos índices de fertilidad, la edad media de los que quedan trabajando aumenta.
El problema principal es el índice de fertilidad (TFR, por sus siglas en inglíés). En muchos países, el TFR está por debajo del promedio global de 2,1 hijos por mujer que se necesita para que mantener constante la población en ausencia de migración neta.
El índice de Hungría, Polonia, Rumanía y Eslovaquia cayó más de un 30% entre 1990 y 2011.
Alemania, una de las economías más fuertes de la Unión Europea, ya está experimentando las consecuencias de una tasa de fecundidad que ha estado por debajo del nivel de reemplazo durante 30 años.
Nuevos escenarios
En los 28 países miembros de la UE, Alemania tiene el menor número de personas en la franja de los 0-14 años, el mayor porcentaje de pensionistas, junto con Italia, y la media de edad más alta, según la Comisión Europea.
España, por su parte, enfrenta una situación cíclica: más de tres millones de trabajadores han perdido sus empleos desde que el inicio de la recesión y han dejado de contribuir al sistema de pensiones.
En Francia, los sindicatos están planeando protestas contra las modestas medidas para frenar el díéficit de financiación de las pensiones de 14,000 millones de euros, que va en aumento.
Se prevíé que para 2050, Francia y Reino Unido, con unas perspectivas demográficas mucho más favorables, tengan economías más grandes que Alemania, cuya población se va a reducir a poco más de 70 millones de personas de los casi 82 millones que tiene ahora.
La proyección central de la Comisión es que el empleo en la UE disminuirá en cinco millones, o un 2.5%, entre 2010 y 2030.
Las economías ricas van a perder más del 1% de crecimiento anual en la díécada 2012-2021, debido principalmente a su fuerza de trabajo, según un informe de investigación del Banco de España de 2012.
Suerte en sus vidas...