Por... Germán Gorraiz López
Europa atraviesa un período muy convulso pues la crisis financiera está poniendo todavía más difícil el proceso de construcción europea (imprescindible para que pueda competir como potencia mundial) y el colapso económico que se está haciendo visible en los países perifíéricos y emergentes, ha provocado la aparición de fuerzas centrífugas que previsiblemente acabará generando la desmembración de la actual Unión Europea y el retorno a escenarios ya olvidados de compartimentos estancos en el horizonte del 2016. Así, según un sondeo realizado en 8 estados miembros de la UE por Pew Research Center, se constató que la desafección hacia la UE había aumentado 15 puntos porcentuales en el último año, pasando del 30% al 45%, con especial incidencia en Francia, Gran Bretaña y Alemania.
Las dos Europas: Según señala Joel Kotkin en la revista Forbes, durante díécadas, los países del Norte (Alemania, Noruega, Suecia, Dinamarca, Holanda , Finlandia y Reino Unido), han compensado las muy bajas tasas de fecundidad y la disminución de la demanda interna con la llegada de inmigrantes y la creación de economías de orientación exportadora altamente productivas. Por el contrario, los países perifíéricos europeos no han desarrollado unas fuertes economías que compensen su desvanecimiento demográfico al basar su economía en la llamada “dieta mediterráneaâ€.
Así, a economía de dichos países se ha basado en el último decenio en la conocida “dieta mediterránea†cuyos ingredientes principales eran el “boom†urbanístico, el turismo y el consumo interno y que creaba excelentes platos minimalistas, de apariencia altamente sugestiva y precio desorbitado pero vacíos de contenido culinario y con fecha de caducidad impresa (2008), debido al estallido de la burbuja inmobiliaria y el hundimiento del castillo de naipes económicos de los países PIIGS (abreviatura anglosajona que englobaría a España, Portugal, Italia, Irlanda, y Grecia) y por mimetismo en Chipre, Malta y Eslovenia, a lo que se uniría la escalada brutal de la prima de riesgo de los bonos de los países perifíéricos( diferencial de los bonos a diez años de dichos países con respecto a sus homólogos alemanes), debido al riesgo evidente de quiebra de Grecia y Malta, todo lo cual tiene como efectos colaterales subidas generalizadas en las rentabilidades exigidas a la deuda de los perifíéricos.
El atasco de la locomotora alemana: Según euronews.com, la locomotora alemana habría retrocedido en el cuarto trimestre del 2012 (crecimiento negativo del 0, 5 del PIB) debido a la reducción en la producción industrial por la díébil demanda europea y al estancamiento del consumo interno, no siendo descartable su entrada en recesión en el 2013, por lo que sigue solicitando a los Estados miembros de la zona euro que pongan en marcha cuanto antes medidas rápidas y sobre todo profundas que logren evitar un empeoramiento y no seguir perdiendo la confianza de los mercados.
Sin embargo, la imposición de objetivos excesivamente ambiciosos de reducción del díéficit público, en un contexto de contracción muy significativa del PIB y con el problema añadido de ausencia de críédito en varias economías, habría agravado la debilidad de los intercambios comerciales en la zona Euro y no habría conseguido el objetivo prioritario de de conseguir la reducción de los desequilibrios de las finanzas públicas de sus Estados miembros (especialmente perifíéricos y emergentes).
Así, las reformas estructurales y fiscales que impone la Troika a países como Irlanda, Grecia, Portugal, España, Italia, Chipre, Malta y Eslovenia para modernizar la Administración pública y la sanidad, mejorar el mercado laboral y adaptar la presión fiscal a las circunstancias son principios geníéricos que se traducirán en subidas de impuestos, reducción de funcionarios, supresión de organismos públicos, recortes salariales y máxima flexibilidad en el mercado laboral.
Por ello, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha urgido a las autoridades de Alemania a que implementen políticas para «estimular el crecimiento de la demanda interna», ya que, en su opinión, esto tendría«importantes efectos beneficiosos de contagio» tanto en la eurozona como a nivel global, pues el crecimiento del consumo interno alemán, además de estimular el crecimiento económico europeo, podría debilitar al euro facilitando la competitividad de todos los países europeos, con lo que el consumo interno podría ser el salvavidas alemán frente a la recesión.
¿Salida de Alemania del euro?: El ministro alemán de Economía, Philipp Rí¶sler, afirma en declaraciones al "Rheinischen Post", que "la compra de deuda no puede ser una solución duradera porque alimenta los peligros de inflación", aunque Portugal, Italia, España e Irlanda podrían estar presionando al BCE para que active su programa de compra de bonos con el fin de poder financiarse en condiciones normales el año que viene. Recordar que según Goldman-Sachs, la banca alemana tendría 11.900 millones de exposición a Grecia (7.300), Portugal (3.500) e Irlanda (1.100), pero la cifra crece hasta los 65.200 millones si se incorpora la deuda española (18.300) e italiana (34.900) en sus manos , en datos del 2011.
Por su parte, Charles Dumas (Lombard Street Research London), sostiene “que la pertenencia al euro ha alentado a Alemania hacia una costosa estrategia mercantilista a expensas del consumo interno y la productividad de la economíaâ€.
Así, el estancamiento de los salarios reales, los ajustes fiscales y las tasas de interíés reales relativamente altas limitaron fuertemente el consumo interno alemán, pero ahora, la cura necesaria para los males de la eurozona impondrá una mayor inflación en Alemania, prolongadas recesiones deflacionarias en importantes mercados de la eurozona, y continuas transferencias de recursos oficiales hacia sus socios, por lo que Dumas concluye que “ volver a un apreciado marco alemán exprimiría ganancias, aumentaría la productividad y elevaría los ingresos reales de los consumidores, pues en lugar de prestar los superávits del ahorro a los países perifíéricos, los alemanes podrían disfrutar de mejores niveles de vida en su país“. Además, según una encuesta realizada por TNS-Emnid para la revista semanal Focus, el 26 por ciento de los alemanes consideraría respaldar a un partido que desee sacar a Alemania del euro , no siendo descartable que el nuevo movimiento "euroescíéptico" "Alternativa para Alemania" (AfD ), formado principalmente por acadíémicos y empresarios , irrumpiera en el Bundestag en las próximas elecciones federales de Septiembre.
La salida de Alemania del Euro supondría el finiquito de la Eurozona y la posible aparición de una Europa de los Seis ( Alemania, Francia, Bíélgica, Holanda, Luxemburgo y Austria), debiendo los países perifíéricos (Portugal, Italia, España, Irlanda, Eslovenia, Malta y Chipre), retornar a sus monedas nacionales y sufrir la subsiguiente depreciación de las mismas, regresión a niveles de renta propias de la díécada de los 70 e inicio del íéxodo al medio rural de una población urbana afectada por la asfixia económica, embargo de viviendas e ingreso en las listas del paro, con la consiguiente revitalización de extensas zonas rurales y rejuvenecimiento de su población.
Así,en la cadena Fox News, Peter Morici, economista y profesor de la Universidad de Maryland, dijo que “ la necesidad de una unión fiscal en la zona euro y de que el BCE adopte un papel similar al llevado a cabo por la Reserva Federal de EEUU, no llegarán a tiempo para salvar a los países perifíéricos y consideró la posibilidad de que “dichos países abandonen el euro para poder así imprimir su propio dinero y resolver sus problemas como lo hizo Estados Unidos a raíz de la crisis financiera".
Desmembramiento de la UE : Mención especial merece el caso del Reino Unido en el que convergen una mayor exposición a los activos tóxicos (hipotecas subprime), a los activos inmobiliarios y una libra revalorizada que ha estancado sus exportaciones, por lo que se verá obligado a realizar sucesivas bajadas de tipos de interíés, implementar medidas cuantitativas (Quantitative Easing) para incrementar la base monetaria, depreciar repetidamente su moneda para estimular sus exportaciones y a aplicar medidas proteccionistas .
Además, tras retornar al poder los conservadores liderados por David Cameron y fieles a su política euroescíéptica (nula voluntad británica de embarcarse en un proyecto en decadencia en el que la soberanía británica estaría supeditada a los mandatos de Bruselas), incluirán en su programa electoral para las elecciones del 2.015 la convocatoria de un referíéndum sobre la salida de la UE tras las elecciones en el supuesto de ganarlas.
Con lo que Cameron tranquiliza a sus bases más radicales de su partido al tiempo que arrebata la bandera al partido en alza de los euro-escíépticos (UKIP) siguiendo la filosofía de Winston Churchill: “Estamos en Europa, pero no en ellaâ€. Así, los euro-escíépticos consideran que el Reino Unido no necesita de Europa ya que podría convertirse en la Singapur de Occidente desde su atalaya financiera de la City londinense al tiempo que metrópolis del comercio de Ultramar al pilotar la nave capitana de una renacida Commonwealt.
Nueva Federación Escandinava: El severo retroceso de las exportaciones debido la contracción del consumo interno de la UE por la recesión económica, ( los intercambios comerciales entre los Estados miembros de la UE alcanzan el 60% del volumen total de su comercio ) y a un euro artificialmente revalorizado que encarece los productos europeos y reduce su competitividad frente a los países del resto del mundo,(con especial incidencia en países tradicionalmente exportadores como Finlandia) podría provocar que los países nórdicos abandonaran las estructuras de la Unión Europea y procedieran a la constitución de una Federación Escandinava (integrada por Dinamarca, Noruega, Suecia, Finlandia e Islandia),quedando una vez más los países bálticos (Letonia, Estonia y Lituania) abandonados a su suerte.
Países emergentes de Centro y Este de Europa: El resto de países del centro y este de Europa, (integrantes de la llamada Europa emergente), sufrirán con especial crudeza los efectos de la tormenta económica al no contar con el paraguas protector del euro y se verán obligados a depreciar sucesivamente sus monedas, aumentar espectacularmente su Deudas externa y sufrir alarmantes problemas de liquidez.
Asimismo, deberán retornar a economías autárquicas tras sufrir masivas migraciones interiores,(tras descartar la CE la modificación de las reglas para la adopción del euro en la Unión Europea y así poder acelerar la adhesión de dichos Estados) y deberán proceder a la reapertura de abandonadas minas de carbón y obsoletas centrales nucleares para evitar depender energíéticamente de una Rusia que conjugando hábilmente el chantaje energíético y la desestabilización de gobiernos vecinos "non gratos" irá fagocitando a la mayoría de estos países abandonados a su suerte por la Unión Europea en aras de asegurarse el abastecimiento energíético de gas y petróleo rusos.
¿Hacia la Europa de los Pueblos?: En el supuesto de dinamitarse la UE y desaparecer su centrípeto paraguas protector, no sería descartable el auge de los movimientos independentistas en el escenario europeo. Escocia sería paradigma de dicho movimiento y alumno aventajado, pues debe realizar antes del 2014 una consulta sobre la permanencia o no de dicha nación en Gran Bretaña y cuyos resultados deberán acatar los Gobiernos de Londres y Edimburgo. El profesor James Mitchell, responsable de la escuela de Gobierno y Política Pública de la Universidad de Strathclyde (Glasgow, Escocia), explica que las razones de un pueblo para querer su independencia "radican en el fracaso de sus respectivos Estados, pues las naciones subestatales se sienten ninguneadas".
La disolución de la actual UE facilitaría la incardinación de los nuevos Estados en una hipotíética Europa de los Pueblos, ya que en la actualidad y según la doctrina imperante en Bruselas, “un Estado resultante de un movimiento secesionista perdería su condición de miembro de pleno derecho de la zona euro y habría de comenzar el proceso de readmisiónâ€, lo que en la práctica imposibilita la secesión, pero en el supuesto de vencer la opción favorable a la salida de Escocia del Reino Unido, podríamos asistir a una vorágine independentista que incluiría sub-naciones como Flandes, Bretaña, Alsacia, Córcega, Cataluña, País Vasco, Galicia, Padania,Tirol del Sur, Irlanda del Norte, Cornualles e Isla de Man , proceso que podría dar lugar a la aparición de un nuevo mapa geopolítico europeo en el horizonte del 2.020.