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Las ventas minoristas de Estados Unidos crecieron menos de los esperado en julio, un componente seguido muy de cerca por el aporte económico del gasto de los consumidores, informó el Departamento de Comercio.
El indicador avanzó 0,2 por ciento, ligeramente inferior al 0,3 previsto.
La entidad detalló que las llamadas ventas subyacentes, que excluyen autos, gasolina y materiales de construcción registraron su mayor alza en siete meses.
Los números, opinan expertos, son un componente esencial ya que el gasto por consumidor representa el 70 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de la nación norteña.
Las medidas de austeridad de Washington y una demanda global más díébil pesaron en la economía estadounidense en la primera mitad del año y los mayores impuestos aplicados, en aras de reducir el díéficit presupuestario, restringieron las compras de las personas.
Empero, analistas pronostican que la actividad muestre cierta recuperación en el transcurso del año.
Acorde con un informe reciente, el PIB avanzó más de lo esperado en el segundo trimestre del año, pero a un ritmo considerado insuficiente para apoyar al sector laboral.
Una estimación inicial del indicador detalló que creció a un ritmo anual de 1,7 por ciento, comparado con el 1,1 precedente, con lo cual superó las estimaciones que apuntaban a una repetición de la cifra.