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Autor Tema: La caí­da del Real brasileño frente al dólar aumenta la desconfianza en la  (Leído 165 veces)

Eguzki

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La confianza entre los consumidores y los empresarios desciende a los niveles de 2008 y 2009
El ministro de Economí­a de Brasil insiste en que "no existen motivos para el pesimismo"

La moneda de Brasil, el real, se ha depreciado frente al dólar hasta en un 17% en lo que va de este año. Este lunes, la divisa norteamericana se cotizó en 2,41 reales, el nivel más alto en 2013.

Por otra parte, el í­ndice de confianza entre consumidores y empresarios está en los niveles de 2008 y 2009, en plena crisis financiera mundial. “Hay un sentimiento de frustración en la economí­a”, escribe Luiz Guilherme Gerbelli en O Estado de Sí£o Paulo, y añade que los “datos decepcionantes divulgados a lo largo del año han derribado el ánimo de los empresarios brasileños”.

Según Aloisio Campelo, economista del Instituto Brasileño de Economí­a de la Fundación Getulio Vargas (FGV/Ibre), los estudios realizados por dicho instituto muestran que la desconfianza del consumidor, industria y servicios alcanzan los niveles de la crisis internacional de 2009.

Los motivos de desconfianza en la economí­a, agravados por la subida del dólar, son distintos entre los consumidores y los empresarios. A los primeros les afecta más la inflación elevada y el aumento del desempleo, sobre todo en la industria. A los empresarios, lo que más les preocupa es el desempeño de la actividad económica reflejado en el bajo crecimiento del PIB, que este año rondará el 2%.

En Sí£o Paulo, que es un importante termómetro por ser el corazón empresarial y financiero del paí­s, los í­ndices de Confianza del Consumidor (ICC) han sufrido en julio una sexta caí­da consecutiva, con una bajada de un 14,8% en los últimos 12 meses.

“Una confianza negativa del consumidor”, que se advierte sobre todo en las ventas a plazos —muy utilizadas por la clase C, la reciíén llegada de la pobreza— “hace más difí­cil una recuperación económica,” afirma Fabio Pina, economista de la Fecomercio de Sí£o Paulo.

Algunos analistas están perplejos ante la brusca caí­da de los í­ndices de confianza de consumidores y empresarios porque Brasil aún crece, aunque menos de lo que permitirí­a su potencial de riquezas.

Los motivos ajenos a ese aumento de desconfianza han podido ser, según los expertos, las manifestaciones callejeras de protesta que en junio y julio se registraron en todo el territorio nacional y que revelaron un alto grado de desconfianza de la población en la clase polí­tica y en el Gobierno.

Según datos de la Fundación Getulio Vargas, el 35% de las empresas fueron afectadas por las manifestaciones. Los empresarios esperan que las manifestaciones disminuyan en los próximos meses, a pesar de que ya está anunciada una concentración en todo el paí­s para el dí­a 7 de septiembre, el dí­a que Brasil celebra su independencia.

La presidenta Dilma Rousseff —que se reunirá esta semana con el ministro de Economí­a, Guido Mantega y el Presidente del Banco Central, Antonio Tobim— ha intentado tranquilizar a los mercados asegurando que la inflación, que es el talón de Aquiles de una economí­a emergente como Brasil por afectar a las clases más pobres, “está bajo control”. Mantega ha dicho que “no existen motivos para el pesimismo”.