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Autor Tema: LAS SIETE REGLAS DE PARACELSO  (Leído 810 veces)

Scientia

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LAS SIETE REGLAS DE PARACELSO
« en: Agosto 22, 2013, 07:50:09 pm »
 LAS SIETE REGLAS DE PARACELSO ★

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Paracelso es el míédico, alquimista y astrólogo más cíélebre de todos los tiempos, relacionado con la alquimia, con el saber hermíético, con la creación del homúnculo, con la búsqueda de la Piedra Filosofal...


★ 1- Lo primero es MEJORAR LA SALUD. Para ello hay que respirar con la mayor frecuencia posible, honda y rí­tmicamente llenando bien los pulmones, al aire libre o asomad@ a una ventana. Beber diariamente en pequeños sorbos, dos litros de agua, comer mucha fruta, masticar los alimentos del modo más perfecto posible, evitar el alcohol, el tabaco y las medicinas, a menos que estuvieras por alguna causa grave smetido a un tratamiento. Bañarte diariamente, es un hábito que debes a tu propia dignidad.

★ 2- Desterrar absolutamente de tu ánimo, por más motivos que existan, toda idea pesimista, rencorosa, odio, tedio, tristeza, venganza y pobreza. Huir como de la peste de toda ocasión donde trates a personas maldicientes, viciosas, ruines, murmuradoras, indolentes, chismosas, vanidosas o vulgares e inferiores por natural bajeza de entendimiento o por tópicos sensualistas que forman la base de su discurso u ocupaciones. Observar esta regla es de importancia decisiva ya que trata de cambiar la espiritual contextura de tu alma. Es el único medio de cambiar tu destino, pues este depende de nuestros actos y pensamientos. El azar no existe.

★ 3- Haz todo el bien posible. Auxilia a todo desgraciado siempre que puedas, pero jamás tengas debilidades por ninguna persona. Debes cuidar tus propias energí­as y huir de todo sentimentalismo.

★ 4- Hay que olvidar toda ofensa, más aun, esfuíérzate por pensar bien del mayor enemigo. Tu alma es un templo que no deber ser jamás profanado por el odio. Todos los grandes seres se han dejado guiar por esa suave voz interior, pero no te hablará así­ de pronto, tienes que prepararte por un tiempo; destruir las superpuestas capas de viejos hábitos, pensamientos y errores que pesan sobre tu espí­ritu, que es divino y perfecto en sí­, pero impotente por lo imperfecto del vehí­culo que le ofreces hoy para manifestarse, la carne flaca.

★ 5- Debes recogerte todos los dí­as en donde nadie puede perturbarte, siquiera por media hora, sentarte lo meas comodamente posible con los ojos medio entornados y no pensar en nada. Esto fortifica energíéticamente al cerebro y el espí­ritu y te pondrá en contacto con las buenas influencias. En este estado de recogimiento y silencio, suelen ocurrí­rsenos a veces luminosas ideas, susceptibles de cambiar toda existencia. Con el tiempo, todos los problemas que se presentan serán resueltos victoriosamente por una voz interior que te guiará en tales instantes de silencio, a solas con tu conciencia. Este es el Daimon de que habla Sócrates.

★ 6- Debes guardar absoluto silencio de todos tus asuntos personales. Abstenerse, como si hubieras hecho juramento solemne, de referir a los demás, aun de tu más í­ntimos todo cuanto pienses, oigas, sepas, aprendas, sospeches o descubras. Por un largo tiempo al menos debes ser como una casa tapiada o jardí­n sellado. Esa regla es de suma importancia.

★ 7- Jamás temas a los hombres ni te inspire sobresalto el dí­a de mañana. Ten tu alma fuerte y limpia y todo te saldrá bien. Jamás te creas sólo no díébil, porque hay detrás de tí­ ej´rcitos poderosos, que no concibes ni en sueños. Si elevas tu espí­ritu no habrá mal que pueda tocarte.

El único enemigo a quien debes tener es a ti mismo. El miedo y la desconfianza en el futuro son madres funestas de todos los fracasos, atraen las malas influencias y con ellas el desastre. Si estudias atentamente a las personas de buena suerte, verás intuitivamente, que observan gran parte de las reglas que anteceden.

La dicha más duradera se consigue donde nunca impera el antiguo Satán de la leyenda, cuyo verdadero nombre es EGOISMO. Jamás te quejes de nada, domina tus sentidos.