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Una fuerte alza de las acciones de las empresas petroleras empujó a la Bolsa de Sao Paulo, que cerró con ganancias del 1,97 % y su índice Ibovespa en 51.397 puntos, en una sesión en la que el Banco Central logró contener la depreciación del real.
Aún expectante ante el futuro de los estímulos a la economía de Estados Unidos, cuya posible desaparición mantiene preocupados a los inversores, hoy el mercado paulista se concentró más en el mercado petrolero brasileño, alentado por rumores sobre una posible subida de los precios de los combustibles, según explicaron analistas.
En el mercado de acciones, la lista de subidas la encabezaron los papeles ordinarios de OMX Petróleo, que tuvieron un fuerte avance del 10 %, pese a los problemas financieros que enfrenta el magnate brasileño Eike Batista, su principal accionista.
No obstante, en esta jornada fueron beneficiadas por los rumores sobre un posible aumento de los precios de los combustibles, que tambiíén empujaron a las acciones de la estatal Petrobras, cuyos papeles ordinarios ganaron un 5,33 % mientras los preferenciales cerraban con un alza del 5,31 %.
Los papeles que más perdieron en la sesión fueron los ordinarios de la empresa minera MMX Minner (-2,61 %) y la firma de logística LLX (-2,44 %), en las que tambiíén tiene participación Batista.
Las acciones más negociadas durante la jornada fueron las preferenciales de la minera Vale, que tuvieron una participación del 12,76 % en los negocios y subieron un 1,25 %.
Durante la sesión se registraron 1.014.090 operaciones, por un valor total de 8.053,95 millones de reales (unos 3.314,38 millones de dólares).
En el mercado cambiario, al igual que ocurrió en la jornada anterior, el Banco Central intervino en dos ocasiones con fuertes ofertas de dólares cuyo monto no divulgó pero que, según fuentes del sistema financiero, sumaron cerca de 3.000 millones de dólares.
La intervención tuvo efecto y el real se apreció un 0,73 % frente a la divisa estadounidense, que cerró la jornada negociada a 2,431 para la compra y 2,433 para la venta en el tipo de cambio comercial.
No obstante, la depreciación de la moneda brasileña acumula ya casi un 13 % desde el pasado enero y preocupa a las autoridades monetarias y al propio mercado financiero, por su impacto sobre la tasa de inflación y los tipos de interíés.