Con un ojo puesto en Italia y otro en Siria. Las palabras del secretario de Estado norteamericano, John Kerry, sobre el ataque con armas químicas en los alrededores de Damasco y la posible respuesta militar estadounidense castigaron ayer a Wall Street, que arrancó al alza y terminó en píérdidas. En un mercado altamente sensible y con algo de mal de altura, como es Wall Street últimamente, la posible intervención militar hizo plegar velas a los inversores.
Este giro a la baja es lo que castiga la preapertura europea, que con pocas dudas se decanta por los números rojos. Un 0,5% retroceden los futuros, tras la sesión tambiíén bajista de ayer. El riesgo de intervención militar (sin el apoyo de Rusia y China) tambiíén se deja notar en el precio del petróleo, que roza los 111 dólares, máximo desde abril.
La tradicinal inestabilidad política de Roma pesa en los inversores, despuíés de que el partido de Silvio Berlusconi amenazase con retirar el apoyo al gobierno de Letta. Las primas de riesgo no se dispararon, pero esta mañana siguen su camino al alza. La española está en 261 puntos, lista para el sorpasso a la italiana, que cotiza en 253.
Mucho tendrá que ver en ello la subasta de letras del Tesoro que se celebra esta mañana, la última de agosto. La deuda se vende a plazos muy cortos, de tres y nueve meses, lo que no hace esperar muchos movimientos en el mercado: es el papel de plazos más cortos y el que se coloca con más facilidad.