La incertidumbre ha vuelto y esta vez le ha tocado a Estados Unidos ser el causante de la misma. Entre Siria, la retirada de los estímulos de la Reserva Federal y el techo de gasto anda el juego. Los inversores han encontrado esta semana una excusa para recoger beneficios en la posible intervención militar en el conflicto del país árabe una vez que el Gobierno de Barack Obama ha confirmado que el ataque de la semana pasada a la población civil se llevó acabo con armas químicas. Pero es sólo el detonante de un nuevo periodo de inestabilidad.
Y es que el comienzo del nuevo curso se le está empezando a complicar a la primera potencia mundial. Por un lado, no le queda otra que tomar cartas en Siria y tiene a la opinión pública presionando para que evite la masacre. Por otro, si lo hace, entra en un enfrentamiento abierto con Rusia y China, que apoyan el ríégimen de Bachar al Asad y que pueden tomar medidas como dejar de comprar deuda estadounidense o provocar cortes de suministro de gas y petróleo en el mejor de los casos.
A esto hay que sumar que una intervención militar saldría muy cara para unas arcas en los huesos a falta de mes y medio para que el Gobierno alcance el techo de deuda, antes de lo esperado por los analistas, y sea incapaz de financiarse para pagar sus compromisos, a no ser que el Congreso vote un aumento del mismo, según ha alertado el secretario del Tesoro, Jacob Lew.
Todo ello aderezado con las dudas de cada vez más miembros de la Reserva Federal sobre la eficacia de las medidas de estímulo que han venido sosteniendo los mercados y que no han terminado de llegar tanto a la economía real, por lo que su retirada es cuestión de tiempo. Así, la reunión del Comitíé Abierto de Política Monetaria (FOMC por sus siglas en inglíés) del próximo mes de septiembre cobra especial relevancia en el contexto actual.
El impacto de la intervención en Siria sería marginal
Todo esto se traduce en el peor enemigo de los mercados: la incertidumbre. “El problema de esta situación es que se generan efectos colaterales sobre unos mercados que están ya de por sí muy carosâ€, explica a Cotizalia Daniel Lacalle, gestor del fondo Ecofin. “Por ejemplo, existe un riesgo en que se frene el crecimiento si se para la inversión en Oriente Medioâ€, afirma.
“Es verdad que el impacto del conflicto sería marginal, pero para justificar un mercado carísimo como el actual tienes que tener un entorno de optimismo y la inestabilidad en Oriente no genera optimismoâ€, asegura el experto. De hecho, “en el mercado de petróleo Siria no afecta porque la producción es bajísima, pero sí el contagio de la región. No obstante, si no hay contagio, el precio caerá inexorablemente y si lo hay se mantendrá en los niveles actualesâ€, concluye.
En este sentido, Marc Garrigasait, gestor de Koala Capital Sicav, defiende que el verdadero problema al que se enfrentan los mercados en estos momentos es el techo de deuda. “Todos prometen que se va a arreglar, pero de momento lo único que se ha hecho es posponerlo gracias a la ayuda de los bancos centrales. Ahora ocurre que la Fed quiere retirar los estímulos porque se ha demostrado que ese no se han trasladado a la economía real y esto es lo que realmente temen los inversoresâ€, concluye el gestor.
Sin embargo, lo cierto es que en el último año se han ido sucediendo los acontecimientos y la sangre no ha llegado al río. "En este periodo nos hemos pasado el día diciendo, 'ojo con el fiscal cliff de fin de año' y luego 'ojo con el fiscal cliff de febrero', y no pasó casi nada. 'Ojo con las elecciones italianas', y no pasó casi nada; 'ojo con Chipre'… incluso 'ojo con el rescate de buena parte del sector financiero español'… 'ojo con Detroit'…", asegura Javier Martín, miembro del comitíé de inversión de Profim. "La sensación que da es que van a pasar las semanas y los meses y se va a ir aumentando el techo de gasto y no va a pasar nada. Es natural que al mercado estas cosas le vayan impactando, pero al final los mercados de acciones van un pasito más arriba", afirma el experto.
Por ello, desde la firma de asesores independientes apuestan por que la renta variable se va a ir comportando razonablemente bien, incluso a pesar de la verdadera preocupación que tienen los mercados: la retirada de los estímulos fiscales en EEUU por parte de la Fed. "En las últimas semanas Bernanke amenaza con reducir la impresión de billetes y su posterior compra en bonos del Tesoro e hipotecario, el techo de gasto ahora parece que se subirá en octubre y, para remate, tambores de guerra en Siria…. Es fácil que los mercados de acciones de EEUU y Europa sorteen estos riesgos igual que sortearon los anteriores, con volatilidad pero sumando rentabilidad", concluye Martín.