Con Siria como principal foco de incertidumbre en el corto plazo, los analistas se muestran cautos con la evolución de la renta variable estadounidense.Los máximos registrados a comienzos de agosto por el S&P 500 y el Dow Jones podrían dar paso a un periodo de corrección que se vería justificado por la falta de concreción en el calendario que prepara Ben Bernanke para la retirada de los estímulos económico y el conflicto sirio.
En medio de esta panorama en el que los emergentes tambiíén han empezado a dar muestras de debilidad, Europa se perfila como la apuesta vencedora para lo que queda de 2013.Pero que sea la favorita no significa que estíé exenta de riesgos. Las elecciones alemanas, un tercer rescate en Grecia y la inestabilidad política en Italia se convierten en los principales obstáculos.Sin embargo, hay señales para la esperanza.Los últimos datos macroeconómicos parecen confirmar lo que políticos e instituciones defienden: el inicio de la recuperación en la zona euro.
1. Crisis Siria: El mayor lastre para las Bolsas y el petróleo en el corto plazo
Oriente Próximo, la región clave mundial en la producción de petróleo, es una zona de cuya estabilidad depende en gran medida la economía mundial.Por eso, las noticias sobre una posible intervención estadounidense enSiria sacudieron con fuerza a los mercados. El precio del petróleo subió con rapidez y las Bolsas de todo el mundo se encogieron por el temor a que la acción militar incendiara la zona.
El barril de Brent tocó está semana el nivel de los 117 euros y el barril de crudo de Texas subió a máximos de los últimos dos años. Las bolsas cayeron, sobre todo a comienzos de semana, cuando el ataque parecía inminente. El rechazo a la intervención en elReino Unido, mientras Estados Unidos busca aliados para una intervención militar dejó a los mercados muy pendientes de la crisis siria, pero mirándola de reojo. El viernes se especuló con el miíércoles como fecha de una intervención estadounidense limitada y con la finalidad de castigar a Al Assad por el uso de armas químicas.
Siria produce apenas 50.000 barriles al día, una cifra casi intrascendente sobre el total la producción mundial.Sin embargo, una extensión del conflicto a otros países limítrofes podría acarrear cierres de suministro.El mayor temor es que una escalada bíélica incontrolada alcanzara a Irak, el segundo mayor productor de petróleo del mundo. Este país vive la peor situación de violencia desde hace cinco años y la posibilidad de que la guerra traspase fronteras haría un gran daño a la producción de petróleo.
El efecto dominó que causaría una subida del precio del crudo afectaría a los transportes, lo que a su vez implicaría una subida de precios y una píérdida de poder adquisitivo, lastrando el consumo y la recuperación económica, según explica Soledad Pellón, analista de IG Market.
“A corto plazo el mayor lastre que van a encontrar las bolsas es la crisis siria. Este tipo de actuaciones son impredecibles y cualquier indicio de que la actuación de los aliados pueda incendiar Oriente Próximo va a provocar una corrección severa en los mercados de renta variable, con el dinero volviendo a resguardarse en activos de corte defensivoâ€, asegura Juan Josíé Fernández-Figares, analista de Link Securities. Lo que es seguro es que el desarrollo futuro del conflicto sirio seguirá marcando el paso de los inversores.
2. Estados Unidos y Emergentes: La Fed tiene en sus manos el devenir de los mercados
La incertidumbre sobre cuándo y cómo la Reserva Federal empezará a retirar las políticas de estímulo económico se ha convertido en la gran protagonista de los últimos meses.Su influencia se ha hecho notar no solo en las Bolsas, sino tambiíén en el mercado de deuda. El ejemplo más claro se observa en los bonos a diez años de EE UU y Alemania. Sus rentabilidades han dejado atrás los mínimos y se elevan ya a niveles de julio de 2011 y marzo de 2012, respectivamente, resultado de las ventas.
Todavía no hay una fecha concreta que confirme cuándo la Fed comenzará a aminorar el ritmo de adquisición de deuda, fijado actualmente en los 85.000 millones de dólares mensuales, pero comienza a calar la idea del mes de septiembre como el momento elegido.En esta línea irían las previsiones que manejan desde Cortal Consors, las cuales se verían reforzadas por los últimos datos de crecimiento que revelan que la economía estadounidense creció un 2,5% en el segundo trimestre frente al 1,7% inicial.Esta cifra corrobora la recuperación económica aunque, en contra de lo que dicta la lógica, los inversores se muestran muy cautos en los mercados. Los que más lo están sufriendo son los países emergentes. Acostumbrados a una liquidez sin límites “las perspectivas de una reducción del programa de compra de activos ha provocado una notable salida de inversiones que tiene su reflejo en la depreciación de las divisas frente al dólar estadounidenseâ€, indican en Cortal Consors.
Las monedas locales están siendo las más damnificadas.Solo hay que ver la depreciación registrada por la rupia india, que el miíércoles marcó su mínimo histórico (68,8 unidades por billete verde), o la indonesia así como el real brasileño.Desde comienzos de mayo, momento en que las discrepancias en el seno del FOMC empezaron a adquirir mayor fuerza, han caído de media un 18,5%. La reacción por parte de las autoridades no se hizo esperar y el jueves los bancos centrales de Brasil e Indonesia elevaron sus respectivos tipos de interíés.
La Asociación Europea de Asesores Financieros (EFPA) tambiíén advierte de la salida de dinero de la renta fija en estos países.A ello se han unido los desplomes bursátiles como el de la Bolsa india que desde sus máximos de julio ha caída más de un 8%.
Juan Josíé Fernández-Figares, analista jefe de LinkSecurities, se muestra optimista con la retirada de estímulos por parte de la Fed aunque advierte de la inestabilidad que esto podría traer consigo no solo a los mercados, sino a la propia economía americana, cuestionando así la recuperación y penalizando la renta variable mundial.
Sin perder de vista EE UU, la EFPA señala que de aquí a final de año puede que sean necesarios nuevos recortes del gasto para poner freno al díéficit. Este nuevo foco de incertidumbre llevaría a Wall Street a tomarse un respiro despuíés de las revalorizaciones de los últimos meses.No obstante, en el medio plazo, los expertos creen que la Bolsa estadounidense sigue conservando potencial. Por último, China y las dudas sobre su crecimiento completarían el círculo.
3. Zona euro: La política enturbia los datos económicos
Si por algo se han venido caracterizando las soluciones que desde la eurozona se ha dado a la crisis han sido por su marcado carácter electoralista y precisamente la política seguirá marcando el rumbo de los mercados del Viejo Continente los próximos meses.A las elecciones alemanas del 22 de septiembre hay que añadir la crisis de Gobierno que se ha abierto recientemente en Italia.Despuíés de dos meses de incertidumbre y falta de acuerdos, en abril Enrico Letta consiguió formar un gobierno de unidad nacional. Pero las fisuras no han tardado en aparecer y en los últimos días los desacuerdos amenazan con retrasar las reformas y poner contra las cuerdas la recuperación económica del país, con la sombra de nuevas elecciones generales.
Con una Alemania volcada en sus asuntos internos, la periferia ha vivido unos meses de relativa estabilidad favorecida por la calma en el mercado de deuda. El paraguas de Mario Draghi y su compromiso de no dejar caer a ningún país del euro han ayudado a rebajar las tensiones. Las primas de riesgo de España e Italia lo han celebrado con caídas que las sitúan en niveles de agosto de 2011.
Sin embargo, puede que una vez que se conozcan los resultados de los comicios germanos la política de la zona euro viva un punto de inflexión. Los rumores que apuntan a un tercer rescate a Grecia son una prueba de ello. Todavía no hay nada concreto, tan solo declaraciones lanzadas al aire que han cobrado especial protagonismo en la campaña electoral de la locomotora de Europa.
íntimamente relacionado con Alemania se encuentra el BCE y sus políticas para hacer que el críédito fluya a la economía.Las medidas de Draghi en favor de la liquidez de la banca no han logrado que el dinero llegue a los hogares y pequeñas empresas, para las que la financiación es muy limitada.Aunque en sus comparecencias el presidente de la autoridad monetaria dejó la puerta abierta a nuevos recortes del precio del dinero (actualmente en el 0,5%, su mínimo histórico), las intervenciones de algunos de los miembros del Consejo de Gobierno contradicen esta postura.
Los datos macroeconómicos favorecerían la adopción de una política menos laxa y más despuíés de conocerse que en el segundo trimestre de 2013 los 17 países del euro crecieron un 0,3%. Pese a que existen grandes diferencias (Alemania y Francia crecieron un 0,7% y un 0,5%, respectivamente, mientras que Chipre cayó un 1,4%) el sentimiento generalizado es que la zona euro ha dejado atrás la recesión.De confirmarse esta tendencia en próximos trimestres y a pesar de la enorme influencia que seguirá ejerciendo EEUU, su política monetaria y el conflicto en Siria, los analistas creen que las plazas europeas, y en especial las más castigadas como el Ibex, presesentan los mayores potenciales de subida.