Con dinerito fresco para comprar lo que se ponga a tiro. Así es como estará Vodafone en cuanto se materialice la venta de su 45% en la estadounidense Verizon a cambio de 130.000 millones de dólares, unos 98.300 millones de euros.
Con semejante pastizal, el operador británico dispondrá de chequera para intentar hacer suyos los negocios que se le antojen. En el caso de España, una vez excluidos los gigantes Telefónica y Orange -cuyas adquisiciones se toparían con infranqueables barreras regulatorias-, podrían encontrarse los operadores de cable en manos de firmas de capital riesgo, como es el caso de Ono, la vasca Euskaltel, la asturiana Telecable y la gallega R, sin olvidarse de todos los operadores móviles virtuales.
Mención especial merece Jazztel, compañía que ayer se revalorizó en bolsa ante un escenario abocado a la consolidación. Lo mismo hizo, Telia Sonera que tambiíén repuntó en el parque y cuya filial española (Yoigo) podría ponerse de nuevo en el escaparate a poco de que Vodafone les haga un guiño.
El eventual interíés del operador rojo por Jazztel y Yoigo chocaría de bruces con sendos acuerdos de compartición de infraestructuras que mantienen los dos operadores con Telefónica, tanto en redes de 4G como de fibra óptica. Las especulaciones y las quinielas en torno a la presumible voracidad compradora de Vodafone animarán el cotarro patrio de las telecomunicaciones durante los próximos meses. Por dinero no será. Habrá fondos para compras incluso despuíés de recompensar a los inversores con pingí¼es dividendos y satisfacer las facturas fiscales con todo tipo de ingenierías tributarias. Sin duda, el feliz panorama que ahora disfruta Vodafone para sí lo quisiera cualquier corporación del mundo.
Por su parte, los portavoces de Vodafone España guardaron ayer silencio sobre la megaventa protagonizada por su matriz. Las valoraciones locales que tenga que realizar la filial se las reservan para primera hora de mañana, en la intervención prevista en el 27 Encuentro de las Telecomunicaciones que estos días organiza Ametic en la UIMP.