El desplome en la licitación de contratos de obra pública sigue imparable en España, donde el ajuste del sector de la construcción para adaptarse a la nueva realidad del mercado domíéstico ha destruido miles de puestos de trabajo desde el comienzo de la crisis. En esta ocasión han sido los datos publicados por el Ministerio de Fomento los que ponen de relieve que la tendencia aún está lejos de revertirse.
Y es que el Departamento que dirige Ana Pastor adjudicó durante el primer semestre del año contratos por valor de 438,7 millones, lo que representa un descenso del 55,8 por ciento con respecto al mismo periodo del año anterior.
Las estadísticas, en cualquier caso, podrían haber sido peor si el pasado mes de junio no se hubiera registrado un repunte en las adjudicaciones de Fomento, que entonces alcanzaron los 117 millones, un 73 por ciento más que un año antes.
Para el conjunto del ejercicio, si Fomento mantuviera este ritmo de contratación se alcanzaría un nuevo mínimo histórico de adjudicación con obras por valor de 900 millones de euros, de manera que se encadenarían cinco años consecutivos de caída.
Eso sí, en comparación con el mes de mayo la variación fue a la baja en un 11 por ciento. En contraste, durante los primeros meses del año los desplomes llegaron a alcanzar cotas cercanas al 85 por ciento.