El Banco Santander ha superado los 11.000 millones de acciones tras la última ampliación de capital liberada correspondiente al dividendo de agosto. A principios de 2008, la entidad cántabra sumaba 6.254 millones de títulos, con una capitalización de 92.500 millones. Hoy, con un 77% más de acciones (4.838 millones más), su valor de mercado ha perdido una tercera parte y se sitúa en 60.796 millones. En estos cinco años y medio, su beneficio tambiíén se ha reducido sustancialmente, lo que, combinado con las sucesivas emisiones de papel, ha provocado que sus accionistas hayan diluido su participación el 69%.
En 2004, Santander amplió su capital en 1.485,9 millones de acciones para adquirir el banco británico Abbey National. Con esta compra, la entidad presidida por Emilio Botín tomaba una nueva dimensión dentro de la banca europea. Tardaron casi cinco años hasta que volvió a emitir acciones (140,9 millones) para adquirir el tambiíén británico Alliance & Leicester. Sólo un mes despuíés, ya con Lehman Brothers quebrado y con la crisis asestando sus primeros latigazos a la que por entonces algunos denominaban “la banca más solvente del mundoâ€, el banco rojo sacó al mercado 1.598 millones de títulos precisamente para reforzar su solvencia –core capital-.
En aquellos últimos meses de 2008, Mapfre dio un paso que despuíés muchas otras empresas del Ibex han seguido: ofrecer a sus accionistas cobrar el dividendo en efectivo o en acciones. Fue la primera compañía española en aplicar el hoy ya ampliamente conocido scrip dividend –por su terminología anglosajona- y tuvo el respaldo de casi todos los inversores ya que el 99,04% eligió recibir nuevas acciones.
A pesar de las reticencias públicas, un año despuíés Santander imitó a Mapfre y ofreció a sus accionistas la opción de cobrar el segundo dividendo a cuenta en efectivo o en acciones (Santander Dividendo Elección). El 81,41% se decidió por recibir nuevos títulos. Para ello, amplió capital en 72,9 millones de acciones. En noviembre de 2010 repitió la fórmula y en 2011 tambiíén lo aplicó en febrero. Desde el año pasado, el banco cántabro ha extendido el scrip dividend a los cuatro pagos trimestrales en que divide la retribución a sus accionistas.
En el último dividendo, el de agosto, emitió 282,5 millones de títulos. Desde 2009, ha utilizado el scrip dividend en 11 ocasiones, con más de 2.000 millones de acciones emitidas, que representan el 42,6% de los 4.838 millones acumulados en la crisis. Este incremento ha elevado el capital social del Santander a 11.092 millones de títulos, más que ningún otro valor del Ibex 35 (Iberdrola, el segundo, tiene 6.239 millones) y sólo por detrás de Bankia (11.517 millones) en la Bolsa española.
El resto (de los 4.838 millones) se reparte entre los 1.598 millones de acciones que emitió en 2008, los 140,9 millones para la compra de Alliance & Leicester, los 161,5 millones para la adquisición del Sovereign Bank a principios de 2009 y los 875 millones de títulos con los que ha canjeado las participaciones preferentes (los famosos Valores Santander).
El scrip dividend ha sido la alternativa que han encontrado muchas grandes empresas para evitar suprimir el dividendo. Esta fórmula les permite incrementar los fondos propios ya que blinda casi todo el beneficio neto al tiempo que mantiene la rentabilidad del dividendo. Pero, al contrario que las ampliaciones de capital no dilutivas (para financiar proyectos de inversión que tendrán un efecto en el beneficio), las emisiones para remunerar a los inversores no repercuten en el negocio del banco y, por el contrario, diluyen la participación del accionista que cobre el dividendo en efectivo (la misma tarta a repartir en más pedazos). Esto habitualmente tiene consecuencias en la cotización.
COTIZACIí“N DEL SANTANDER 2008-2013
Como a la mayoría de grandes empresas, la crisis ha menguado sensiblemente los beneficios del Santander. En 2007 alcanzó su máximo histórico en 9.060 millones de euros. La ampliación de 1.598 millones de acciones de finales de 2008 y las compras del Alliance y el Sovereign permitieron al banco sostener sus resultados, con unas ganancias netas de 8.943 millones. Sin embargo, la virulencia de la crisis propició un descenso vertiginoso de los mismos. En 2012, la entidad que preside Botín, obligada a realizar provisiones milmillonarias, tocó suelo con una ganancia de 2.205 millones.
Este año ha cogido aire y sólo en el primer semestre ya ha ganado más (2.255 millones) que en todo 2012. El consenso de los analistas de Bloomberg proyecta un beneficio de 4.927 millones al cierre del ejercicio. De confirmarse, el beneficio por acción (BPA), uno de los indicadores más importantes para los accionistas, se situará a final del año en 0,44 euros por acción, lo que implica un descenso del 69,44% con respecto a los 1,44 euros por acción con que terminó 2007. Sin embargo, comparado con el BPA del año pasado, 0,21 euros, subiría el 109%.
| EmpresasAumentar tamaño del textoReducir tamaño del textoImprimir¿Accionista perjudicado?: Santander aumenta un 72% sus acciones en la crisis
El Banco Santander ha superado los 11.000 millones de acciones tras la última ampliación de capital liberada correspondiente al dividendo de agosto. A principios de 2008, la entidad cántabra sumaba 6.254 millones de títulos, con una capitalización de 92.500 millones. Hoy, con un 77% más de acciones (4.838 millones más), su valor de mercado ha perdido una tercera parte y se sitúa en 60.796 millones. En estos cinco años y medio, su beneficio tambiíén se ha reducido sustancialmente, lo que, combinado con las sucesivas emisiones de papel, ha provocado que sus accionistas hayan diluido su participación el 69%.
Javier Mesones /
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Viernes, 6 de Septiembre de 2013 - 8:19 h.
En 2004, Santander amplió su capital en 1.485,9 millones de acciones para adquirir el banco británico Abbey National. Con esta compra, la entidad presidida por Emilio Botín tomaba una nueva dimensión dentro de la banca europea. Tardaron casi cinco años hasta que volvió a emitir acciones (140,9 millones) para adquirir el tambiíén británico Alliance & Leicester. Sólo un mes despuíés, ya con Lehman Brothers quebrado y con la crisis asestando sus primeros latigazos a la que por entonces algunos denominaban “la banca más solvente del mundoâ€, el banco rojo sacó al mercado 1.598 millones de títulos precisamente para reforzar su solvencia –core capital-.
* Hasta el 5 de septiembre. El resto corresponde al cierre de cada año.
Fuente: BME
En aquellos últimos meses de 2008, Mapfre dio un paso que despuíés muchas otras empresas del Ibex han seguido: ofrecer a sus accionistas cobrar el dividendo en efectivo o en acciones. Fue la primera compañía española en aplicar el hoy ya ampliamente conocido scrip dividend –por su terminología anglosajona- y tuvo el respaldo de casi todos los inversores ya que el 99,04% eligió recibir nuevas acciones.
A pesar de las reticencias públicas, un año despuíés Santander imitó a Mapfre y ofreció a sus accionistas la opción de cobrar el segundo dividendo a cuenta en efectivo o en acciones (Santander Dividendo Elección). El 81,41% se decidió por recibir nuevos títulos. Para ello, amplió capital en 72,9 millones de acciones. En noviembre de 2010 repitió la fórmula y en 2011 tambiíén lo aplicó en febrero. Desde el año pasado, el banco cántabro ha extendido el scrip dividend a los cuatro pagos trimestrales en que divide la retribución a sus accionistas.
En el último dividendo, el de agosto, emitió 282,5 millones de títulos. Desde 2009, ha utilizado el scrip dividend en 11 ocasiones, con más de 2.000 millones de acciones emitidas, que representan el 42,6% de los 4.838 millones acumulados en la crisis. Este incremento ha elevado el capital social del Santander a 11.092 millones de títulos, más que ningún otro valor del Ibex 35 (Iberdrola, el segundo, tiene 6.239 millones) y sólo por detrás de Bankia (11.517 millones) en la Bolsa española.
El resto (de los 4.838 millones) se reparte entre los 1.598 millones de acciones que emitió en 2008, los 140,9 millones para la compra de Alliance & Leicester, los 161,5 millones para la adquisición del Sovereign Bank a principios de 2009 y los 875 millones de títulos con los que ha canjeado las participaciones preferentes (los famosos Valores Santander).
El scrip dividend ha sido la alternativa que han encontrado muchas grandes empresas para evitar suprimir el dividendo. Esta fórmula les permite incrementar los fondos propios ya que blinda casi todo el beneficio neto al tiempo que mantiene la rentabilidad del dividendo. Pero, al contrario que las ampliaciones de capital no dilutivas (para financiar proyectos de inversión que tendrán un efecto en el beneficio), las emisiones para remunerar a los inversores no repercuten en el negocio del banco y, por el contrario, diluyen la participación del accionista que cobre el dividendo en efectivo (la misma tarta a repartir en más pedazos). Esto habitualmente tiene consecuencias en la cotización.
COTIZACIí“N DEL SANTANDER 2008-2013
Fuente: Bloomberg
Como a la mayoría de grandes empresas, la crisis ha menguado sensiblemente los beneficios del Santander. En 2007 alcanzó su máximo histórico en 9.060 millones de euros. La ampliación de 1.598 millones de acciones de finales de 2008 y las compras del Alliance y el Sovereign permitieron al banco sostener sus resultados, con unas ganancias netas de 8.943 millones. Sin embargo, la virulencia de la crisis propició un descenso vertiginoso de los mismos. En 2012, la entidad que preside Botín, obligada a realizar provisiones milmillonarias, tocó suelo con una ganancia de 2.205 millones.
* Hasta el 5 de septiembre. El resto corresponde al cierre de cada año.
Fuente: BME y Bloomberg
Este año ha cogido aire y sólo en el primer semestre ya ha ganado más (2.255 millones) que en todo 2012. El consenso de los analistas de Bloomberg proyecta un beneficio de 4.927 millones al cierre del ejercicio. De confirmarse, el beneficio por acción (BPA), uno de los indicadores más importantes para los accionistas, se situará a final del año en 0,44 euros por acción, lo que implica un descenso del 69,44% con respecto a los 1,44 euros por acción con que terminó 2007. Sin embargo, comparado con el BPA del año pasado, 0,21 euros, subiría el 109%.
* Hasta el 5 de septiembre. El resto corresponde al cierre de cada año.
Fuente: BME
La evolución del BPA depende, lógicamente, del comportamiento del beneficio neto y del número de acciones. Este año, el aumento del capital social derivado del dividendo elección se compensará sobradamente con la mejora de los resultados. No ocurrió lo mismo en 2009, cuando a pesar de que el Santander ganó más que en 2008 (8.943 millones frente a 8.876 millones), el beneficio por acción se redujo de 1,11 a 1,08 euros (ver cuadro). Esto fue consecuencia de que el número de acciones proporcionalmente creció más.
De momento, Santander volverá a aumentar el capital social en noviembre, con el reparto de un nuevo dividendo elección. Para el próximo año aún no hay una decisión oficial. Botín abrió la puerta al regreso al dividendo únicamente en efectivo, pero dependerá en parte a la evolución del negocio en España en el último trimestre, ya que los márgenes de la entidad aún son escasos. La vuelta al dividendo elección sería una buena noticia para los accionistas ya que si no hay imprevistos, el beneficio por acción volvería a crecer y, en consecuencia, el valor de su participación.