Por... Jordan Bishop
La doctora Kari Polanyi Levitt es una economista canadiense especializada en cuestiones de desarrollo. Su libro From the Great Transformation to the Great Financialization(1)es una colección de ensayos que debe ser leído por quienes en Nuestra Amíérica se interesan en cuestiones del desarrollo, sean políticos o políticas, economistas, o ciudadanos preocupados por el porvenir de los países del continente. ¡Ojalá se traduzca al castellano en cuanto sea posible!
Como la autora señala varias veces en el libro, la noción del desarrollo casi ha desaparecida del discurso económico en la íépoca del neoliberalismo y el "consenso de Washington". Para ellos, existe un modelo único para la vida económica de los países del mundo entero, un modelo abstracto que hay que imponer a las diferentes culturas y sociedades no sólo de los países llamados "desarrollados" sino a todas sin excepción. Y es precisamente esta concepción del modelo como camisa de fuerza la que la autora pone en tela de juicio.
Ella muestra su acuerdo con los estructuralistas latinoamericanos como Raúl Prebisch y Celso Furtado, y en parte los ensayos del libro se levantan contra las corrientes de moda de los economistas acadíémicos, sobre todo desde la contrarrevolución encabezada por Reagan y Thatcher.
Al contrario de la ortodoxia económica de la actualidad, la autora toma muy en serio la vida real de nuestros pueblos, tanto en la actualidad como en la historia.
Contra el "pensamiento único" ella considera que la autonomía agrícola de los países es fundamental. El desarrollo verdadero tiene que comenzar por la soberanía alimentaria. El "dumping" de maíz subvencionado por el gobierno estadounidense en el mercado de Míéxico ha arruinado a sectores importantes del campesinado mexicano y –pese a la propaganda de los arquitectos del Tratado de Libre Comercio de Amíérica del Norte (TLCAN)– ha provocado una ola de migración clandestina de Míéxico hacia los Estados Unidos. Evidentemente, Míéxico no es el único país que ha sufrido del "dumping". Haití, en su íépoca, era auto-suficiente en el cultivo del arroz. El "dumping" desde los EE.UU. ha destruido el cultivo del arroz en Haití, y cuando el precio del arroz en los mercados internacionales subió, el resultado para los haitianos fue el hambre.
Un elemento fundamental del pensamiento de Kari Polanyi Levitt es la crítica de la economía del mercado desarrollado por su padre, Karl Polanyi (1886-1964), cuyo libro La Gran Transformación (1944) ya ha sido traducido a todos los idiomas mayores del mundo. En los primeros ensayos, la autora desarrolla su crítica de la economía dominada por el mercado, desarraigada de la sociedad, y la ideología del individualismo del siglo diecinueve que acompaña esta ideología. Karl Polanyi ya había indicado que la economía desarraigada del mercado no era el resultado del azar, ni un fenómeno "natural", sino que fue construido por el Estado inglíés del siglo diecinueve. En cambio, los programas sociales que se desarrollaron a fines del siglo, lo que Karl Polanyi llamó el "doble movimiento", surgieron casi espontáneamente para defender las sociedades del poder destructivo del mercado, comenzando con los programas de Bismarck en Alemania.
A pesar de esto, la ideología del mercado ha resurgido por los años 1970 despuíés de "La Gran Transformación" de los años 1930, sobre todo por los esfuerzos de la escuela austríaca, encabezada por Ludvig von Mises y Federico Hayek. En este contexto, estas ideologías surgen para defender a los rentistas contra la redistribución de la riqueza en favor de la clase obrera y, en muchos países, la formación de una nueva clase media, con un movimiento hacia una sociedad más igualitaria. Hoy en día, los Estados Unidos son de lejos la sociedad más desigual de los países "desarrollados."
La contrarrevolución teórica y práctica de Thatcher y Reagan, con el apoyo de los "Chicago boys", ha conducido directamente a la "financiarización" de hoy en día, con la creación de dinero sin relación con la producción de bienes y servicios, sino como un juego abstracto de especulación a una escala global. La mera cantidad de dinero, ocupando un espacio como en el aire, ha creado una situación peligrosa para los estados del mundo actual, donde banqueros con sus computadoras hacen grandes ganancias al especular sin pausa, como animales rapaces. A la vez, la "economía real" de los países llamados "desarrollados" fue remplazada por la financiarización. "El control sobre la creación de críéditos pasó de los bancos centrales a los mercados financieros" (Polanyi-Levitt, Fromthe Great Transformation...etc., p. 166), situación que condujo directamente a la crisis de 2008.
Mientras tanto, el crecimiento económico de los países del llamado Tercer Mundo continuaba frente al desastre que afligió a los "países ricos". En parte esto se debe al hecho de que suelen tener raíces en el mundo real. O sea, la financiarización no ha dominado estas economías como lo ha hecho en los países desarrollados. Casi ninguno de los países del Tercer Mundo tuvo que acudir a la asistencia del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Los bancos, cuya actividad dio lugar a la crisis del año 2008, fueron rescatados por el Estado en el caso de los de New York. La financiarización se ha llevado a cabo en un ambiente económico completamente artificial, donde el comportamiento depredador de los especuladores ha creado enormes riquezas para unos pocos y la ruina de muchos.
A pesar del valor destacado de estos ensayos, hay una laguna. Evidentemente, no se puede hacer todo de un golpe, pero falta un examen del problema del medio ambiente. El acento sobre el crecimiento económico coloca problemas serios con respecto a la "sostenibilidad" de nuestras sociedades, de nuestras economías. Es extremadamente dudoso que el mundo pueda continuar tal como se ha desarrollado hasta ahora. Claro que la autora menciona, en el contexto de los países de la Asia oriental, el íéxito que algunos de ellos han tenido para restringir el "wastefulcompetition" (competencia despilfarradora) que aflige las sociedades de consumo.
Existen ahora unos movimientos "anti-crecimiento", poco coordinados, ya en sus comienzos, sobre todo en Francia y Cataluña. Es interesante que estos movimientos comiencen precisamente en la íépoca del ocaso del imperio norteamericano, en el ocaso de una sociedad que se define por el consumismo.
Para los lectores que no conozcan la obra de Karl Polanyi, recomiendo que comiencen esta colección de ensayos con el capítulo diez, que ofrece un panorama muy acertado de la orientación de la obra. Despuíés se puede volver al comienzo, profundizando las raíces del pensamiento de Karl Polanyi y su importancia para la actualidad. Para los latinoamericanos, hay que subrayar el rechazo tanto de la parte de Karl Polanyi como de su hija, de cualquier determinismo económico, sea neoliberal o marxista. Durante la "guerra fría" estaba de moda criticar el determinismo económico de los marxistas. Cuando íéste se acabó, resurgió el determinismo económico del neoliberalismo, representado por el dicho de Margaret Thatcher: "No hay alternativa". El mensaje de los Polanyi, padre e hija, es que cada sociedad tiene que buscar su propio camino, y que esta búsqueda es siempre posible.
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(1) Kari Polanyi Levitt, From the Great Transformation to the Great Financialization. Halifax, Nova Scotia, Fernwood; London, New York, Zed, 2013