Dinero fresco. Casi 50 millones de euros. Un empresario chino está dispuesto a romper el mercado para hacerse con un cinco estrellas en Mallorca. El activo elegido por el inversor asiático, cuya identidad se mantiene bajo secreto, es el Hotel Valparaíso, propiedad del grupo hotelero mallorquín Grupotel, que ha cerrado un principio de acuerdo para vender su inmueble. De momento, el comprador ha desembolsado una señal del 10%, que le permite ejecutar la adquisición hasta marzo de 2014, según fuentes del sector.
El importe de la transacción ha conmocionado al mercado. A la vuelta del verano, la venta del Hotel Valparaíso en Palma de Mallorca se ha convertido en la comidilla de la industria hotelera, que está viendo cómo los inversores internacionales aprovechan la actual coyuntura económica para pujar por activos premium. En este caso, el cinco estrellas de Grupotel, ubicado muy cerca del complejo real del Palacio de Marivent, consta de 174 habitaciones, 9 salas de conferencias, 2.800 m2 de zona spa y dos piscinas exteriores.
Según fuentes hoteleras, la compra del Hotel Valparaíso por casi 50 millones de euros representa un ratio por habitación de casi 275.000 euros, muy por encima del precio medio registrado en otras operaciones de inmuebles cinco estrellas, como por ejemplo el Hotel Intercontinental de Madrid. Considerado uno de los activos más significativos de este segmento en la capital, este centro hotelero está a punto de ser vendido de nuevo; ya cambió de dueño a comienzos de 2012, por una cantidad aproximada a 200.000 euros por habitación.
Los 50 millones de la operación representarían casi la mitad de toda la facturación de Grupotel, que cerró 2012 con unas ventas de 113 millones. Natural de la localidad mallorquina de Muro, donde fue alcalde, Miguel Ramis fundó su desconocido imperio hotelero a finales de los años 60. Ahora es su hija Margalida Ramis quien lleva las riendas del primer operador hotelero de las islas, con 32 hoteles repartidos entre Mallorca, Ibiza y Formentera, por delante de gigantes como Riu, Meliá, Iberostar, Barceló o Viva.
La compra del Hotel Valparaíso a golpe de talonario pasa por ser la primera pica del empresario chino, que pretende hacerse con una cartera de hasta 15 hoteles cinco estrellas a lo largo de toda España. El inversor asiático, cuya fortuna está vinculada a sus intereses en la industria agroalimentaria, se desplazó hasta Mallorca en su propio jet privado para cerrar con la familia Ramis los detalles de la operación. Además del precio, poco más ha trascendido, ante el temor de que la operación pueda llegar a bloquearse.
La llegada del dinero chino a Mallorca no es casual. China considera la industria hotelera española un sector estratíégico, prioritario para canalizar inversión en nuestro país, según fuentes oficiales. No en vano, el camino ya lo marcó el grupo turístico chino HNA, que ya por 2011 se interesó por la cadena española NH Hoteles, en cuyo capital ha terminado como máximo accionista (20%) a principios de este año despuíés de desembolsar 234 millones de euros. El sector hotelero nacional mira al dinero extranjero