En 2006, en plena burbuja de críédito, Baldomero Falcones y íngel Corcóstegui crearon Magnum Capital, por aquel entonces, el mayor vehículo de capital riesgo del mercado español.
La envargadura de este fondo es tal que el nombre de los dos financieros ha quedado ligado a íél para siempre, y muchos creen que fue su primera aventura común en el negocio del capital riesgo.
Pero, en realidad, Falcones y Corcóstegui compartían desde un año antes de lanzar Magnum la sociedad Impulso y Desarrollo Empresarial, una firma que crearon con el objetivo de invertir su propio dinero en pymes a las que veían potencial. Sin embargo, el fichaje del ex presidente de Mastercard por FCC, en diciembre de 2007, cambió todos los planes... y hasta ahora.
Tras abandonar la constructora a principios de este año, Falcones ha decidido retomar la filosofía que le llevó a crear esa primera sociedad de capital riesgo con Corcóstegui y ha lanzado Fomento y Expansión Empresarial SCR.
Registrada inicialmente como S.A., el financiero ha solicitado a la CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores) el código ISIN, algo así como el pasaporte para poder operar en el mercado, y ya está sólo pendiente de su definitiva inscripción.
Aunque inicialmente se ha constituido con un capital de 1,6 millones de euros que aporta directamente Falcones, "el objetivo es ampliarlo con la entrada de profesionales que hayan ocupado puestos importantes de responsabilidad en el pasado, y que estíén interesados en aportar su grano de arena a la empresa española", explica Falcones en declaraciones a El Confidencial.
En vez de dedicarse a jugar al golf, hay que invertir, apoyar
El ex presidente de FCC reconoce que el hecho de haber arrancado en solitario es debido a que todavía no ha podido convencer a ningún compañero de viaje. "Ha sido complicado poner en marcha la sociedad, porque la gente está muy retraída", admite.
Sin embargo, Falcones considera que es el momento de "apoyar a la empresa española para que salga al exterior. En vez de dedicarse a jugar al golf, hay que invertir, apoyar", señala con conocimiento de causa, ya que íél mismo podría haberse retirado con una jubilación de oro gracias a los 7,5 millones de indemnización que cobró tras su salida de FCC.
El foco de empresas a las que se dirige son pymes que deseen dar el salto de la internacionalización. Eso sí, con alguna excepción: "no vamos a invertir ni en inmobiliario, ni en grandes cotizadas, ni en el sector financiero", puntualiza.
Por el momento, ya ha realizado sus dos primeras operaciones: un fondo pequeño de capital riesgo y una empresa de tecnología llamada Infoglobal. Además, "estamos estudiando varias cosas", señala Falcones, convencido de que el potencial de esta nueva empresa.
Su referente, aquella primera sociedad que creó con Corcóstegui, Impulso y Desarrollo Empresarial, suma una docena de inversiones y ha demostrado que esta filosofía de inversión es rentable: el año pasado, con un patrimonio de 18,9 millones, tuvo un beneficio de 1,16 millones de euros.