Royal Bank of Scotland, Calyon, Eurohypo y Goldman Sachs cambiarían deuda por acciones.
Colonial no ha tenido vacaciones este verano. La inmobiliaria, controlada por un sindicato de entidades financieras lideradas por el Popular y la Caixa, y los acreedores del príéstamo sindicado, encabezados por los bancos Royal Bank of Scotland, Calyon, Eurohypo y Goldman Sachs, siguen en negociaciones para refinanciar la deuda de la compañía que alcanza los 8.771 millones.
Las conversaciones empezaron el 9 de julio y aunque no llegaron a un acuerdo, consiguieron aplazar el primer pago, que vencía el 24 de julio, hasta primeros de diciembre por un valor de 150 millones. Ahora, según fuentes cercanas a la operación, el Popular y la Caixa como principales accionistas de Colonial, con el 9,15% y 5,4% respectivamente, estudian dar entrada en el capital de la inmobiliaria a los bancos acreedores, aunque aún no se sabe a quíé precio.
El nuevo equipo directivo de Colonial, que preside Juan Josíé Bruguera, está respaldado por un conjunto de entidades financieras lideradas por el Popular y la Caixa que asumieron en abril el control de la compañía al comprar a Luis Portillo, ex presidente de Colonial y a la familia Nozaleda, segundo accionista, las acciones de la inmobiliaria. Hay que recordar que Popular tenía suscrito con Portillo un críédito por 365 millones y con La Caixa por 161 millones, príéstamos que Portillo pignoró con sus acciones como garantía, al igual que Nozar y cuando la situación financiera de la inmobiliaria se complicó, Popular y Caixa ejecutaron las acciones y pasaron a ser accionistas de referencia de Colonial.
Por otro lado, están los cuatro bancos acreedores de Colonial (RBOS, Calyon, Eurohypo y Goldman Sachs) que soportan la mayor cantidad del príéstamo, a partes iguales, en total 7.117 millones, que otorgaron a Portillo para llevar a cabo las mayores operaciones corporativas como la compra de Colonial, Riofisa y el 15% de FCC.
“Ahora tienen que refinanciar la deuda y esto requiere aumentar capital, transformar deuda en capital o incluso una combinación de ambas cosas. El problema es que si no amplían antes capital, la conversión de deuda en capital daría el control a los bancos acreedoresâ€, asegura un analista.
Fórmulas alternativas
Dar entrada en el capital a los bancos acreedores sería una fórmula alternativa a la venta de activos de la inmobiliaria como su filial francesa, SFL, la división de centros comerciales, Riofisa, o el 15% de FCC.
“Colonial tiene unos activos muy buenos que generan un cash-flow por rentas a la compañía con edificios en zona prime alquilados al 100% y plantearse ahora una desinversión de los activos que más valen en la inmobiliaria, que son los de SFL y Riofisa, supondría vender barato y no es la opción más acertadaâ€, afirma otro analista del sector.
La posible entrada de los bancos acreedores en Colonial haría subir la acción de la inmobiliaria, actualmente en la franja de los 0,40 euros. Un objetivo que según los expertos del sector buscan en estos momentos el Popular y la Caixa, ya que el precio del valor de la acción sirve como referencia para refinanciar el críédito que tiene con las entidades financieras y si la acción sube conseguirían mejores condiciones.
Otras salidas
Por otro lado, fuentes del sector apuntan que aunque la propuesta puede estar sobre la mesa, piensan que podría tener dificultades para llevarse a cabo porque los bancos acreedores tienen ahora más derechos sobre las decisiones de Colonial que como accionistas.
Sin embargo, apuntan que los bancos aceptarían sólo en el caso de que vieran que Colonial no puede hacer frente al pago del vencimientos de sus críéditos. En este caso los bancos cambiarían deuda por acciones a travíés de una ampliación de capital con derechos preferentes.
“La única razón por la que los bancos acreedores cambiarían deuda por renta variable y entrarían como accionistas en Colonial es porque creen que, en el futuro, la compañía tendrá liquidez y podrán recoger su inversión y salir de la inmobiliariaâ€, declara un analista.